El Partido Aragonés (PAR) del Alto Aragón defenderá en su programa y proyecto político para Aragón, “un tratamiento especifico y apoyo decidido para el sector de la agricultura y ganadería de montaña como estrategia social y económica para resolver los problemas de despoblación que sufren estas comarcas”. Así lo ha acordado el Comité intercomarcal del PAR, al aprobar y asumir las conclusiones de la I Jornada de Agricultura y Ganadería de Montaña, convocada por el Partido Aragonés y celebrada este sábado en Aínsa, con la asistencia de más de cincuenta agricultores y ganaderos que plantearon sus propuestas.
El Comité intercomarcal, además de otras cuestiones relativas a las próximas elecciones y al proceso de cara al Congreso del partido, ha analizado estas conclusiones donde se señala que, para estas explotaciones agroganaderas de montaña, “el modelo económico esta viviendo una transición, que pasa del negocio familiar a la pequeña y mediana empresa” a través de “la incorporación de nuevos responsables al frente de la actividad” “perfiles profesionales” que están cambiando: “mayor cualificación, mayor acceso a la información así como a las nuevas tecnologías y una orientación mas empresarial, son algunas de las características de los profesionales actuales”. De esta manera, las explotaciones pueden ser mayores “realizando el mismo esfuerzo, siendo los recursos de los territorios limitados” pero “para mantener o incluso crecer es necesario pues, buscar otras alternativas que complementen la actividad mas tradicional del sector, con nuevas producciones más intensivas, ecológicas,…”.
Entre las medidas precisas planteadas, se propone una relación más cercana con las distintas administraciones y, en concreto, que “las Oficinas Comarcales Agroambientales tienen que tener mayor capacidad ejecutiva, asistencial y resolutiva”. Así mismo, se considera necesario “fomentar en lo posible, la economía procesal, tanto a través de la declaración responsable, como la reducción de trámites o impulsando la tramitación electrónica”.
En cuanto a las razas autóctonas, se valora su potencial, apoyando la gestión de las asociaciones ganaderas de las distintas razas que “supone una riqueza que contribuye a la mejora de la calidad de las ganaderías” y planteando que “tanto las asociaciones como los ganaderos, deben encontrar en la administración el apoyo adecuado para seguir desarrollando la actividad”.
Precisamente la colaboración es una clave, ya que “fomentar el asociacionismo y cooperativismo para ser más eficaces en la adquisición de productos y servicios, así como en la comercialización de los productos y sus derivados” es una de las conclusiones, ya que permitiría esa ampliación de actividades permitiría “obtener mayor valor añadido al trabajo realizado”.
En esta misma línea, se propone “buscar medidas para favorecer la transformación en origen y la venta directa”, reconociendo que “estamos rodeados de territorios que tienen más fácil estos procesos por lo cual nos encontramos en clara desventaja competitiva a la vez que dificultamos las nuevas posibles iniciativas”. En suma, se trata de favorecer en Aragón y en las zonas de montaña “el paso de agricultor o ganadero a pequeño productor agrícola o ganadero”.
Con este mismo criterio de evolución y desarrollo, que genera empleo y bienestar, otro objetivo es “potenciar y favorecer infraestructuras que permitan una gestión más eficaz de los patrimonios agrarios y por lo tanto mejores rentas: regadíos, concentraciones parcelarias, pistas agrícolas y forestales,..….”.
El ámbito ambiental es también entendido como un factor decisivo ante el que resulta necesario “vincular la gestión medioambiental con la agrícola, de forma que ambos sectores se retroalimenten, mediante programas que busquen la mejora tanto de aprovechamientos forestales como agrícolas”.
Con esa voluntad de hallar actividades vinculadas pero complementarias que aumenten las rentas y los puestos de trabajo, se respalda el impulso a “programas que relacionen la actividad turística y la agroambiental, de forma que el producto agrícola y ganadero forme parte del paquete turístico” de cada comarca.
En cualquier caso, una condición imprescindible es la aplicación de “una PAC justa” en la que “cada explotación reciba la ayuda acorde al esfuerzo profesional y a las peculiaridades del territorio donde se encuentra”, y de un Programa de Desarrollo Rural “con una dotación económica adecuada a las necesidades del sector”.
El Comité del PAR altoaragonés ha resaltado el éxito de esta jornada y la importancia de unas conclusiones dirigidas a proyectar el futuro de muchas localidades y amplios territorios amenazados por despoblación, cuya pervivencia es un requisito para cualquier idea de porvenir para Aragón.
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