Uno de los máximos referentes del Mindfulness, Israel Mañas- profesor e investigador de la Universidad de Almería-, clausuró anoche el I Congreso de Mindfulness en la Educación asegurando que estamos ante «una revolución sin precedentes en la historia de la Humanidad». Además, recordó que «la mente se distrae cada 7 segundos» y lanzó un desafío a los planes educativos: «existe la educación física, ¿por qué no la educación psíquica?. ¡No conocemos nuestra mente ni qué son los pensamientos!», aseguró.
La Conferencia Magistral de cierre del Congreso sirvió para recordar los orígenes del Mindfulness como «corazón de la meditación budista», reivindicar la «tradición milenaria» de esta práctica y alertar sobre «la actual explosión del Mindfulness y sus versiones más descafeinadas, que solo se quedan con una parte y descartan las más complejas», en palabras del profesor Israel Mañas.
Entre los aspectos más importantes del Mindfulness, Mañas destacó su carácter experiencial y ante un auditorio repleto de docentes aseguró que «no podemos decirle a un niño que cierre los ojos y medite si antes no lo hemos cerrado los ojos nosotros». «Mindfulness no sirve para acabar con la ansiedad, el estrés o el sufrimiento inherente a los humanos», señaló, sino para «ayudarnos a relacionarte con ello, a reconocerlo y tomar consciencia».
Además, el profesor Mañas advirtió que «practicar Mindfulness duele, como duele hacer ejercicio físico» porque hace falta «disciplina, esfuerzo, coraje, valentía… para controlar nuestra mente, para ser capaces de poner atención plena en algo».
Experiencias que sirven de ejemplo
Antes de la clausura, las experiencias de implantación de Mindfulness en el ámbito educativo y familiar centraron la tarde. Pilar Giménez y Francisca Gracia, profesoras del IES Luis Buñuel de Zaragoza- uno de los más de 80 centros aragoneses que están introduciendo técnicas de Mindfulness en sus proyectos pedagógicos-, destacan la importancia de que la implantación no sea algo impuesto, sino progresivo, que implique a las diferentes áreas y que se integre en toda la vida del centro, incluidas por supuesto, las familias. «Nos organizamos por comisiones que evalúan en qué momento introducir una práctica de Mindfulness, que estudian los espacios, los tiempos y el silencio, ¡la importancia del silencio!», han explicado.
En este sentido, María Domínguez, profesora del colegio Juan de Lanuza, apuntaba que «el silencio no es estar callado, sino estar escuchándonos a nosotros mismos» y lo señalaba como una de las claves para lograr un entorno mindfull.
Por su parte, el profesor Carlos García Rubio, ha centrado su intervención en la necesidad de fortalecer las funciones ejecutivas. «El control inhibitorio, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva- en definitiva, las funciones ejecutivas-, predicen más sobre el rendimiento escolar que el coeficiente intelectual», asegura. «Las intervenciones tempranas tienen una tasa de retorno mayor que cuando se interviene más adelante», explica García Rubio, para quien «el Mindfulness se ha demostrado como una de las técnicas eficaces para reforzar las funciones ejecutivas».
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