El XXIV Curso Internacional de Defensa ha analizado en la jornada de hoy jueves 29 de septiembre las migraciones desde el punto de vista de la seguridad. El General Francisco Díaz, General Jefe del Estado Mayor de la Jefatura del Mando de Operaciones de la Dirección General de la Guardia Civil, ha hablado sobre el control de la inmigración y la vigilancia de fronteras destacando el importante papel desempeñado por España al conformar la frontera sur de la Unión Europea.

“El reto es enorme –ha asegurado–, hoy en día los flujos migratorios tienen su origen en dos grandes fenómenos: las guerras y conflictos que provocan la salida de miles de refugiados de países como Siria, Irak o Afganistán, y los movimientos de personas que buscan en las sociedades occidentales un futuro mejor huyendo de la pobreza”.

El General Francisco Díaz ha explicado que se trata de un reto que “no es puntual y si no se acometen las razones estructurales va a seguir creciendo; por ello es tan importante coordinar políticas comunes en Europa”. En este sentido, ha insistido en que en la Unión Europea “se tiene que extender el concepto de seguridad compartida; España tiene más responsabilidad que otros países porque tenemos físicamente las fronteras, pero la seguridad debe ser compartida”; una sensibilidad que, a su juicio, “cada vez es mayor”.

Durante su intervención, también ha explicado que “la Guardia Civil afronta estos retos de una forma global y unitaria aportando todas las capacidades para confluir en ese esfuerzo común”. En este sentido, ha descrito que fue en 2006 cuando España recibió el pico más alto de inmigrantes ilegales, que llegaron sobre todo a Canarias, con una cifra de prácticamente 40.000 personas. “En ese momento nuestro país supo reaccionar –ha comentado–, se pusieron en marcha medidas en territorio nacional y en países de origen y tránsito para controlar ese flujo y reducirlo a las cotas manejables en las que se encuentra en la actualidad”.

El General Francisco Díaz, durante su intervención en el Palacio de Congresos de Jaca. Alejandro Toquero.

Control de la inmigración ilegal

Por otra parte, el Subdirector General de Relaciones Institucionales, Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior, Manuel Alhama, ha hablado sobre ´Europa: Control de la inmigración ilegal`. En su intervención ha destacado la importancia de afrontar los flujos migratorios irregulares a través de la cooperación con los países de origen y tránsito. “Ese está siendo nuestro modelo –ha apuntado– que ha tenido unos resultados muy positivos; el modelo que ha incorporado la UE para hacer frente a los enormes flujos de 2015 cuando casi dos millones de personas entraron irregularmente en Europa”.

En su intervención en el Curso Internacional de Defensa ha destacado dos momentos importantes en la toma de decisiones. Por una parte, la Cumbre de La Valeta sobre Migración de noviembre de 2015 de Jefes de Estado de Gobierno de países de la UE y de origen y tránsito. “Lo que allí sucedió fue mucho más que una declaración de intenciones, ya que se puso en marcha un plan de acción dotado con 1.800 millones para utilizarlos en la lucha contra las causas profundas de la inmigración en los países de origen y tránsito”.

“El segundo acontecimiento importante fue en marzo de 2016 con la firma del acuerdo de la Unión Europea con Turquía que ha conseguido reducir drásticamente la salida irregular por vía marítima desde territorio turco a Grecia”, ha señalado Manuel Alhama. “Esos han sido los dos escenarios que han tenido un impacto más destacado y que van a servir de modelo para las negociaciones con otros países”, ha concluido.

Aspecto económico

Finalmente, el presidente de la Fundación de Estudios Estratégicos e Internacionales, José María Álvarez de Eulate, ha hablado sobre ´Migraciones: Aspecto económico`. En su intervención ha analizado los factores que impulsan la inmigración, así como los efectos que se producen en los países de salida y entrada.

El paro elevado, el subdesarrollo económico, las guerras y conflictos como los de Siria e Irak, o la existencia de Estados fallidos como Libia, han sido algunas de las razones que ha esgrimido para explicar el éxodo masivo de personas.

Como consecuencia de esta salida, ha proseguido, en los países de origen “normalmente se alivia el desempleo al haber menos mano de obra; al mismo tiempo, desde el punto de vista de la balanza de pagos, estos países suelen recibir remesas que llegan directamente a las familias, que en algunos casos escapan al circuito bancario”. Respecto a los países de acogida, ha descrito que algunas consecuencias son “la presión sobre los salarios a la baja y repercusiones presupuestarias como un aumento del gasto de sanidad y educación”.

José María Álvarez de Eulate ha planteado a continuación algunas perspectivas de futuro destacando que “mientras haya zonas de conflicto y subdesarrollo económico, la migración de personas va a seguir aumentando y el problema se va a agravar. Las soluciones son, en primer lugar, tratar de ayudar a los países subdesarrollados mediante la transferencia de tecnología y una financiación que debe estar controlada”.

En segundo lugar, “ayudar a los Estados fracasados y fallidos, ya que en ellos se produce un caldo de cultivo para el terrorismo”. En ese sentido, ha puesto en valor las misiones de las Fuerzas Armadas en el exterior, como ha sucedido en Mali, ya que “ayudan a dar estabilidad”. “Una de las garantías de la libertad y democracia es que haya una buena política de seguridad y defensa”, ha señalado.

Por último, ha insistido en la importancia de “avanzar hacia una emigración legal y buscar solucionar los problemas en los países origen, ya que en el momento que empiecen a crear puestos de trabajo los flujos migratorios disminuirán”.