El belén monumental de la Diputación evoca este año a la montaña aragonesa y se tiñe de blanco para “ir más allá de la capital y hacer partícipe al resto de la provincia”. Así lo ha explicado Lorenzo Ortas, quien se estrena este año como presidente de la Asociación Belenista Oscense que organiza estos actos donde han participado también el alcalde de Huesca, Luis Felipe, o el vicario general, Nicolás López.
Ante muchos oscenses habituales a este acto que marca el pórtico navideño y organiza la Asociación Belenista Oscense, el pregón ha transitado por las vivencias compartidas independientemente del lugar en el que se haya crecido, remontándose para ello a la infancia de cualquier niña de hace unas décadas que estaba interna en un colegio oscense y regresaba a su pueblo por estas fechas “con el olor a calabaza y azúcar de la panadería de su casa, llena de familia que ayudaba a sacar adelante el trabajo y sin nómina”, bromeaba, mientras se acordaba de cómo su madre, acabada la faena, les decía que era la hora de ir a repartir “para que nadie se quedara sin empanadico y pan estos días”.
Recuerdos desde los que reivindicaba la vigencia de “valores atemporales que hacen sana cualquier sociedad”, entre los que animaba a poner en práctica la capacidad de empatía, de ponerse en el lugar del otro como el comienzo para aceptar la diferencia. En una sociedad de cambios vertiginosos, ha buscar espacios para la reflexión “tiempo para pensar, para rectificar y para reafirmar nuestros principios y, por encima de todo, para aprender a vivir en solidaridad”, en palabras de Elisa Sancho y con la presencia del alcalde de Huesca, Luis Felipe, el vicario general de la Diócesis de Huesca, Nicolás López, otros diputados provinciales, el coordinador de Amigos de la Navidad, José Encontra, y todo el equipo de la Asociación Belenista Oscense.
Lorenzo Ortas se estrena este año como presidente de esta Asociación que cumplirá treinta años de historia, durante la que no ha faltado ni un solo año a la cita para elaborar el belén monumental de la Diputación. En esta ocasión han querido hacer partícipe al resto del territorio altoaragonés porque, tal como señala Ortas, “muchas veces tendemos a pensar que no hay vida fuera de la capital, ensimismados en lo nuestro vivimos de espaldas a la actividad de los pueblos de la provincia donde hay muchos amantes de los belenes que, como nosotros, trabajan para mantener viva esta tradición”. Mucha gente ya en las primeras horas y también los sonidos típicos de estos días con las voces del Coro de Santo Domingo en el acto de inauguración del belén a la entrada del palacio provincial donde estará hasta el día de Reyes.
De hecho, este belén que se reinventa cada año se construye a base de materiales tradicionales y de manera artesanal, con una labor en equipo que desarrollan hasta ocho personas y comienza ya en el mes de septiembre. El resultado esta vez son escenas típicas de la montaña aragonesa sobre una superficie de más de 30 metros cuadrados que aparece con el manto blanco que ahora comienza a aparecer también en las partes más altas de la provincia. Más de 25 kilos de escayola han hecho falta, pero la atención la acapara el portal que representa un pajar como los que todavía se pueden ver en pueblos altoaragoneses. Lorenzo Ortas se refería a la cantidad de horas e ilusión que hay detrás cuya “mayor recompensa es que la gente lo venga a ver”, destacaba.
Voluntarios que mantienen la tradición
La decoración de las casas aragonesas por Navidad se inició a finales del siglo XIX y pocos son los lugares donde falta un belén en esta provincia. Uno de los motivos por los que Elisa Sancho ha ejercido de pregonera de la Navidad ha sido su pasión por el belenismo y estar entre quienes fundaron la Ruta en la provincia que comenzó con cuatro localidades y ahora congrega a una veintena de nacimientos. Durante su intervención ha querido hacer un reconocimiento público al trabajo de tantos voluntarios porque, como bien ha dicho, “sin ellos muchas de las actividades hoy no se mantendrían ni aquí y menos en nuestros pueblos”. Para la responsable provincial, todas las personas que dan forma a los belenes «salvaguardan la verdad de unas fiestas y revitalizan la alegría compartida».
También ha tenido palabras para destacar el importante entramado social que existe en la provincia conformado por todas aquellas entidades que confluyen para atender a los más débiles y más desprotegidos de la sociedad, entre las que están Cáritas, Cruz Roja, los Hermanos de la Cruz Blanca, Aspace, San Vicente de Paúll y Atades, San Francisco, Down y muchos otras.
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