Sorteando los obstáculos de la recesión
El sistema económico, por más críticas que pueda haber recogido a lo largo de la historia humana, es uno de los más robustos pilares que sostienen nuestra civilización. Como elemento social en calidad de cariátide, requiere de todos un compromiso que guarda relación no sólo con el valor de las cosas, sino también con nuestra responsabilidad para con éstas. En ese sentido, los pagos que debemos realizar bajo el pretexto de deber, como lo son los impuestos, son los que después financian espacios capitales para nuestra sociedad. Tales como la educación o la sanidad públicas. Sin embargo, la delicadez de la economía doméstica no siempre puede afrontar dicho camino.
Con especial incidencia en el último tiempo, a causa del impacto de la pandemia en los sectores que rigen una sociedad, una crisis económica puede situarnos en una difícil tesitura respecto a nuestras responsabilidades. Por ello, y aunque este no siempre sea su detonante, muchos ciudadanos han recurrido a los préstamos para poder salir a flote a final de mes. A fin de agilizar el proceso, y en detrimento a la tradicional procesión a la entidad bancaria para solicitarlos, existen plataformas como Finatino que sirven como comparadores de productos financieros. Una opción que, mediante un acurado filtro, nos permite dar, en este caso, con el préstamo que necesitamos.
¿A quién solicitar un préstamo con ASNEF?
Pese a todo, solicitar un préstamo no consiste únicamente en rellenar un formulario con nuestros datos, pedir una cantidad y obtenerla por arte de magia. Dicho procedimiento está sujeto a diversos requisitos que debemos tener en cuenta para saber a qué entidad o servicio recurrir. Uno de los criterios más temidos es que las entidades financieras no aprueban la solicitud si el cliente está en ASNEF. Es decir, si el solicitante se encuentra en alguna lista de morosos. Esto se debe, principalmente, a que un préstamo no es sólo una cesión de dinero por parte de una entidad per se. Se trata también de un voto de confianza al que tenemos que responder con un plazo e intereses.
No obstante, y a pesar de que algunas entidades puedan rechazarnos, existe la opción de recurrir a prestamistas particulares a pesar de que estemos en ASNEF. Bajo un precepto de emergencia, que acostumbra ya a ser el motivo por el que se solicita un crédito, los prestamistas particulares pueden concedernos préstamos ajustados a nuestras necesidades más urgentes. Además, con una flexibilidad mediante la que, tras mostrar nuestro DNI y demostrar nuestra liquidez e ingresos, admite solicitar hasta 5.000 euros en un plazo de 24 meses. Eso sí, sin dejar de olvidar que los préstamos no son gratis y que, por lo tanto, debemos tener en cuenta el tipo de interés.
¿Cómo salir de las listas de ASNEF?
Por lo general, y si queremos obtener nuestro préstamo rápida y cómodamente, es preferible que no nos encontremos en ningún fichero de morosos. De hecho, y además del mencionado ASNEF, aprestamos.es nos recuerda que en España existen otros tantos registros de morsoso como lo son Badexcug – Experian o el RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas). La misma plataforma incide en la importancia de salir de dicha lista, aunque para liberarse de ASNEF deben pagarse las deudas en un plazo que puede llevarnos 10 días si queremos evitar 6 largos años de permanencia en la misma. Deudas, asimismo, que podemos solventar con préstamos.
A primera vista, endeudarse en un préstamo para finiquitar otras deudas puede parecer una estrategia muy poco amable. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es posible que la incapacidad del pago de una deuda se deba a una mala situación económica, pero temporal. Esto quiere decir que, si bien no podemos en este preciso momento, la salida de las listas de ASNEF requiera de un empujón crediticio y una segunda oportunidad. En ese sentido, si solventamos una deuda mayor, la deuda contraída con nuestro prestamista o entidad bancaria seguramente sea inferior a la primera. Razón por la que cubrir la devolución puede ser más sencillo y rápido.
Grandes ventajas conllevan un gran compromiso
Sin apenas entrar a ello, salta a la luz que las ventajas de los préstamos con ASNEF son toda una bendición. Por una parte, esta opción otorga inmediatez y precisión para con cuanto necesitamos, pudiendo realizar la solicitud online, sin necesidad de mirar nuestra presencia en la lista y recibiendo el dinero entre 24 y 48 horas tras finalizar nuestra solicitud. No obstante, y para no pillarnos jamás los dedos, es preciso no sólo consultar comparadores mediante los que hurgar en el mercado hasta dar con el mejor prestamista o entidad bancaria para el proceso. Más allá, es importante recalcar la necesidad de un compromiso coherente para con éstos que debemos acatar.
Si bien algunos pueden ser de un bajo porcentaje o de un espacio temporal bien amplio, el tipo de interés y el plazo varía según la entidad o prestamista. En ese sentido, debemos tener muy claro a quién solicitamos nuestro préstamo. Eso, comprendiendo que, tras el voto de confianza de quien nos cede el dinero y nuestra responsabilidad, debemos devolver la cuantía prestada más los intereses en el plazo acordado. Motivo por el que hay que ser coherente y consecuente ante la cantidad y plazo que pedimos, comprometiéndonos a cumplir el acuerdo. Más aún si, por fin, conseguimos salir de la morosidad tras la gracia de un préstamo con ASNEF.
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