Garantizar la seguridad en la conducción en la carretera nacional 230 eliminando puntos negros y acometiendo aquellas acciones necesarias para evitar los accidentes que periódicamente se vienen sucediendo en esta vía nacional cuyo trazado no está preparado para aguantar el volumen de tráfico que soporta entre Lérida y la frontera francesa. Esta es la prioridad de la reunión que este viernes han mantenido 40 representantes de ayuntamientos, comarcas y cámaras de comercio de las provincias de Huesca y Lérida, convocados por las Diputaciones de ambas provincias.
El encuentro ha concluido con la aprobación de un manifiesto que se trasladará a los ayuntamientos y comarcas afectados por el trazado de esa carretera para su aprobación. El acuerdo incluye la creación de una comisión mixta paritaria con representantes de las diputaciones provinciales, ayuntamientos y cámaras de comercio. Esta comisión habrá de marcar las prioridades de actuación en la carretera N230 y velará porque las actuaciones que hoy se han aprobado en este manifiesto se desarrollen.
Los presidentes de las diputaciones oscense e ilerdense, Miguel Gracia y Joan Reñé i Huguet, han valorado positivamente este encuentro en el cual los alcaldes y presidentes de las comarcas han expuesto la necesidad de mantener una reunión con el nuevo Ministro de Fomento para exigirle las actuaciones que garanticen la seguridad de esta vía. También los presidentes de las Cámaras de Comercio de Huesca y Lérida, Manuel Rodríguez Chesa y Joan Simó, han considerado necesarias actuaciones que, según el altoaragonés “mejoren las vías de comunicación y contribuyan a vertebrar el territorio y fijar población en el medio rural”.
Miguel Gracia ha agradecido la predisposición tanto de la Diputación de Lérida para impulsar este encuentro y otras acciones anterioroes, como del resto de representantes municipales, comarcales y del sector económico que han aportado sus respectivos puntos de vista durante el encuentro.
El presidente de la Diputación de Huesca ha lamentado que los vecinos del territorio y que son los que usan esta via de comunicación “padezcan la imposición de normativas estrictas”. Ha incidido en la necesidad de seguir manteniendo el nivel reivindicativo en esta demanda y, una vez, constituido el nuevo gobierno central, trasladar al titular del Ministerio de Fomento la urgencia de actuaciones en materia de seguridad vial, independientemente de que el resto de actuaciones en los diferentes tramos de la N230 sigan su curso.
De hecho,el manifiesto recoge también otros puntos como la aprobación definitiva de partida presupuestaria el tramo de la autovía A-14 entre Almenar y el límite de la provincia de Huesca, de 4 km de longitud aproximadamente, según proyecto redactado, que incluye la variante de Alfarràs (Lleida). Asimismo, se pide que se apruebe y se dote de partida el tramo entre límite de la provincia de Lérida y Benabarre.
También se ha incidido en lo que se refiere al tramo norte de esta vía de comunicación en la necesidad de mejorar la seguridad a través de acciones concretas como la eliminación de puntos negros, la colocación de la señalización pertinente, la adecuación de un tercer carril que facilite la circulación al tráfico pesado y se compatibilice con el tráfico de turismos, entre otros elementos de seguridad.
La carretera N-230 es una arteria vital para las demarcaciones de Lleida y Huesca. De esta carretera, como vía internacional que cruza los Pirineos en dirección Europa, dependen muchos de los elementos clave que determinarán el futuro de este territorio. Tiene una longitud total de 188 kilómetros entre Lérida y la frontera francesa, soporta a la altura de El Pont de Suert de 4.628 vehículos al día, de los que el 12% corresponden a vehículos pesados (camiones o trailers).
Sin menoscabo de la importancia estratégica como vía transfronteriza para el transporte de mercancías, es importante considerar también que esta vía posee un papel primordial para la economía turística de las comarcas que enlaza, entre la plana de Lleida y el Pirineo, al ser masivamente utilizada por los esquiadores y turistas estacionales de comarcas como el Valle de Aran o la Ribagorza, las cuales tienen basada su economía en las actividades relacionadas con el turismo de invierno y verano.
Esta perspectiva contrasta con el mal estado y la peligrosidad de muchos tramos de la carretera, lo que ya la ha acreditado como una de las más peligrosas del Estado y donde los accidentes graves y mortales no han parado de crecer en los últimos años.
Colaboración de ambas diputaciones
Este encuentro forma parte de la colaboración permanente que mantienen ambas diputaciones provinciales, especialmente en aquellas cuestiones que como la carretera N-230 afectan a los vecinos que viven en las zonas fronteriza. “Se trata de ver de qué forma somos capaces de compartir las necesidades de los vecinos de nuestros pueblos, vecinos que tienen superado el límite físico que marcan las fronteras administrativas y viven el día a día con normalidad”, ha dicho el presidente de la Diputación de Lérida.
En la reunión de este viernes estaban convocados todos los ayuntamientos y comarcas de Lérida y Huesca. Por parte de la provincia de Huesca han asistido 17 personas: además de Miguel Gracia han estado la presidenta de la Comarca de la Ribagorza y alcaldesa de Tolva, Lourdes Pena, el presidente de la comarca de La Litera y alcalde de Alcampell, Josep Antonio Chauvell, y alcaldes y concejales de Bonansa, Montanuy, Sopeira, Benabarre, Arén, Viacamp i Litera, Camporrells, Baldellou, Castillonroy y Tamarite de Litera.
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