Las familias reclaman al departamento que se haga cargo de los gastos de retirada y replantación de un árbol de grandes dimensiones que corre el riesgo de caer sobre el patio de recreo del edificio principal.
La tormenta del pasado 27 de julio que azotó Huesca dejó numerosos daños a su paso, especialmente en el arbolado y la prueba es que el Ayuntamiento de Huesca ha tenido que apear cerca de 50 ejemplares en toda la ciudad. Nuestro centro, el IES Ramón y Cajal, no fu inmune a los efectos de los fuertes vientos que llegaron a superar los 80 kilómetros por hora y un árbol de unos 10 metros de altura ubicado en el patio interior del edificio principal quedó muy inclinado y con serio riesgo de caída sobre una zona que está reservada para los alumnos más jóvenes de 1º de ESO. Además, habría que reparar la solera de hormigón, que también se ha levantado con el movimiento del árbol.
Tanto los bomberos como los técnicos municipales han recomendado la retirada del árbol pero desde el Ayuntamiento de Huesca se han desentendido de estos trabajos porque no tienen la competencia con el mantenimiento del centro, como sí ocurre con los centros públicos de Educación Infantil y Primaria. Sabemos que la dirección del instituto se ha puesto en contacto con el departamento de Educación del Gobierno de Aragón para que asuma el coste económico de estas labores, pero la respuesta de momento ha sido negativa.
Como familias de alumnos que asisten al IES Ramón y Cajal de Huesca demandamos a la Administración educativa que se haga cargo de los gastos de retirada del árbol afectado y de la replantación de un nuevo ejemplar ya que, de lo contrario, supondría detraer recursos económicos al centro, con el consiguiente perjuicio para los alumnos ya que se mermarían los fondos para otro tipo de necesidades y actividades que se sufraga con este dinero.
Creemos que el departamento de Educación tiene que asumir por responsabilidad este tipo de costes extra que, además, pueden ser muy elevados ya que se requería la contratación de maquinaria especializada. Además, urgimos a que den una respuesta favorable cuando antes para poder contratar las labores en el plazo más breve posible teniendo en cuenta que queda menos de un mes para que se reanude el curso escolar y para entonces tiene que estar solucionado el problema del árbol. De lo contrario, los alumnos de 1º de la ESO no podrán utilizar el patio como lugar de recreo durante sus descansos.
Ya tenemos malas experiencias recientes porque las obras del nuevo aulario inaugurado el pasado curso para intentar aliviar la masificación del centro no se remataron adecuadamente y, de hecho, tras esta misma tormenta se ha puesto en evidencia ya que hubo filtraciones de agua por la cubierta que dejaron pequeñas inundaciones en algunas aulas.
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