Cuando Eric Arthur Blair, conocido mundialmente como Orwell, hubiera cumplido 114 años, se cerraban también las puertas de la gran muestra que ha recuperado desde Huesca el viaje de este escritor británico por tierras españolas. Durante los últimos cuatro meses, Orwell toma café en Huesca ha sido todo un éxito de convocatoria con la complicidad de cerca de 18.000 personas en la que pasa a ser una de las exposiciones más populares que se recuerdan en la capital oscense y por la que ya se han interesado instituciones de otros territorios.
La novela más leída de la Guerra Civil, Homenaje a Cataluña (1938), es el punto de partida y de inflexión de la exposición a modo de relato literario, analítico y periodístico de lo que había vivido George Orwell, a su paso por la España convulsa de 1937, que va mucho más allá de la literatura y ayuda a poner perspectiva y a entender mejor las razones que llevaron a un escritor británico de éxito a alistarse en una guerra de otro país. Para seguir quitándole el velo a la historia, también ha llevado aparejada un ciclo de cine y conferencias.
Este proyecto ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto del Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca y el Ayuntamiento de Huesca, desde donde coinciden en resaltar el gran ejercicio de trabajo entre las tres administraciones “en un acto de justicia histórica” que ha cumplido con creces todos los objetivos. La responsable de Cultura de la Diputación Provincial de Huesca, Berta Fernández, ya lo califica como “uno de los hitos culturales de este año” para quien la conmemoración de este 80º aniversario ha sido una oportunidad muy propicia para que la sociedad altoaragonesa reivindique la memoria de uno de los clásicos de la literatura universal. Fernández pone el foco en la perspectiva histórica porque “no solo de dar a conocer la vida y obra del Orwell, también de revisión crítica de nuestro pasado” porque, según apunta, “pocas etapas han resultado tan decisivas para nuestra historia como los trágicos años de la guerra civil”.
Para el director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, “hemos conseguido que miles de personas hayan podido conocer un poco más cerca la figura de Orwell y su paso por Aragón durante la contienda con un proyecto perfectamente comisariado por Víctor Pardo a quien agradecemos el esfuerzo realizado”, sostiene. Satisfacción también, en el Museo de Huesca, en cuanto al número de visitas lo que, “de alguna manera, pone de manifiesto el compromiso de esta Dirección General con la memoria democrática, partícipes en ese grupo de trabajo que hay y de tantas acciones vinculadas al reconocimiento y a la defensa de los derechos de todas aquellas personas que padecieron durante la guerra civil española”.
Las visitas desde su apertura con la presencia del hijo de Orwell, Richard Blair, han sido constantes, en la primera semana ya se registraban 1.500 visitas, poco más de un mes de abrir 4.000 personas y así hasta llegar a los 17.667 que aumentan hasta cerca de los 18.000 con los 306 asistentes a las actividades complementarias, sobre todo llegados desde diferentes puntos de Aragón y de la vecina Cataluña.
En este sentido, el concejal del Ayuntamiento de Huesca, Luis Arduña, ha señalado que el número de visitas justifica el esfuerzo que se ha realizado entre instituciones y que «demuestra que era una necesidad». Destaca que se ha sabido presentar una «exposición didáctica», que ha puesto en valor a la ciudad a través de un personaje como Orwell y ha asegurado que «no debe quedarse en una acción aislada, tiene que marcar el camino a seguir y una vía a explorar para la promoción de Huesca».
Por el Museo de Huesca han pasado quince centros educativos de las provincias de Huesca y Zaragoza y también de Francia. Además, son muchas las asociaciones que también han querido formar parte de la vida de la muestra, como la asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales, la asociación de franceses en el exilio o la de los Pozos de Caudé, en Teruel, entre muchas otras. La exposición se ha apoyado en un programa de conferencias y proyecciones organizadas desde el IEA que han ofrecido la posibilidad de aprender de la mano de eminencias en este campo como Miquel Berga, Pelai Pagès o Andy Durgan, quienes han conseguido llenar el salón en cada una de las citas programadas.
Una exposición con material inédito que interesa a otras instituciones
¿Cuál es el secreto de que más de 17.500 hayan decidido visitar la muestra? De acuerdo con el comisario, Víctor Pardo, la clave no es otra que ofrecer una buena exposición, con más de 600 registros, que resulte atrayente para todo el mundo; tanto para aquellos que se acercan por primera vez a la figura de este escritor británico, como para los que ya son conocedores de su historia y quieren profundizar un poco más en su vida con todo el material inédito que ha ofrecido la muestra.
Aunque la muestra echó el cierre en Huesca hace una semana, ya hay varias instituciones más allá de las fronteras aragonesas, principalmente de Cataluña, interesadas en la posibilidad de llevar la historia de Orwell a su público. La continuidad del proyecto también reside en el volumen editado a modo de monografía ilustrada.
La exposición de Orwell cierra sus puertas como la más multitudinaria de la historia reciente de Huesca con 18.000 visitantes
Detrás de Orwell toma café en Huesca está el trabajo conjunto de tres instituciones -Gobierno de Aragón, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Huesca-, que hablan de un “acto de justicia histórica” con una exposición que ha cumplido con creces los objetivos y por la que ya se han interesado otras instituciones.
En su vertiente didáctica, ha recibido la visita de centros educativos, asociaciones y otros colectivos relacionadas tanto con la carrera literaria de Orwell como con su paso por la guerra civil. El programa de actividades complementarias ha llenado el salón del IEA en cada una de sus citas y ha traído hasta Huesca a académicos como Pelai Pagès, Andy Durgan o Miquel Berga.
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