Uno de los más destacados en el ámbito profesional ha sido el «boom» de abogados low cost que ahora ofrecen sus servicios a la ciudadanía de una manera más económica deshaciendo la creencia de que contratar los servicios de un abogado es algo caro al alcance de unos pocos.
Estos abogados low cost ofrecen sus servicios en situaciones como los divorcios rápidos y baratos y otros servicios legales a los que cualquier persona va a enfrentarse en algún momento de sus vidas. Pero si no has oído hablar antes y no entiendes qué es un abogado low cost vamos a tratar de aclararlo a continuación.
¿Qué se considera un abogado low cost?
Un abogado low cost es un abogado que elimina los costes superfluos de su actividad para no repercutirlo en el precio de los servicios que ofrece. Su objetivo es ofrecer un servicio profesional, al nivel de los despachos más TOP, pero a un precio más económico con el objetivo de atraer a un perfil de clientes que siempre ha tenido dificultades para acceder a servicios legales debido a su coste.
Los abogados low cost pretenden romper esa barrera que existía hasta hace poco entre las personas y los abogados, a los que se recurría en situaciones de gran necesidad y, en muchos casos, endeudándose para pagar por sus servicios. No hay que confundir los abogados low cost con aquellos que ofrecen precios muy económicos pero que hacen lo justo para cubrir la papeleta sin preocuparse por el cliente ni por la resolución favorable del caso.
Una modalidad que promete seguir creciendo en los próximos años
Este tipo de servicios de abogacía low cost ha experimentado su mayor crecimiento en la última década, pero su despegue se ha producido desde la irrupción de la pandemia. Estos abogados han aprovechado este momento de intensos cambios para dar un impulso a su oferta de servicios y así llegar a un mayor número de clientes. Ahora, para muchos ciudadanos los abogados low cost se han convertido en sus mejores aliados para resolver todo tipo de asuntos legales.
Se estima que los abogados low cost ofrecen sus servicios con un precio en torno a un 50% inferior a un abogado tradicional, un descuento que puede ser aún más grande si lo comparamos con los precios que ofrecen los grandes despachos con cierto prestigio en el sector. En cualquier caso, es una modalidad que promete seguir esta línea ascendente alcanzada con la pandemia y lograr una cuota de mercado importante dentro del mundo de la abogacía.
Los abogados low cost basan su funcionamiento en tres pilares fundamentales que hacen posible los menores precios por sus servicios, y son los siguientes:
Introducción de la tecnología
Los abogados low cost prestan sus servicios con un fuerte componente tecnológico en todos sus procesos. De esta forma automatizan todo lo que no requiere de una supervisión humana para reducir costes sin renunciar a una gran eficiencia. Han sido los primeros en utilizar la tecnología tanto en beneficio propio como en beneficio de sus clientes.
Actitud empresarial
Otro pilar de los abogados low cost es que han adoptado una mentalidad empresarial. De esta forma, eliminan todos aquellos costes que para el cliente son inapreciables y que no aportan valor añadido a sus servicios. Al tener una mayor conciencia sobre gastos, ingresos y beneficios pueden ofrecer precios más asequibles sin renunciar a la máxima calidad.
Sin hora facturable
Muchos los despachos de abogado low cost eliminan el concepto de hora facturable ni para evaluar a sus abogados ni para facturar al cliente. Es una forma de aumentar la eficiencia y de ofrecer a los clientes precios más cerrados y definitivos por los servicios contratados sin necesidad de pagar por horas facturables poco productivas.
Como se puede apreciar el crecimiento en la oferta de servicios de abogacía low cost desde la irrupción de la pandemia ha sido espectacular. Una modalidad de abogados que ha llegado para quedarse para democratizar el acceso a los servicios legales a toda la población aprovechando recursos tecnológicos y las últimas innovaciones para mantener la calidad de siempre.
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