Elegir el nombre, las cosas que necesitará, pero lo más importante es el tipo de alimentación que le darás. Siguiendo los consejos de https://pequenoyfuerte.es/, te orientamos sobre la importancia de la lactancia materna, además de darte unos trucos para que lo hagas correctamente.

¿Por qué amamantar?

La decisión de cumplir con la lactancia materna es decisión de cada mujer. Sin embargo, los beneficios que ofrece esta forma de alimentación brindarán a tu bebé una mejor calidad de vida desde su nacimiento. En muchos países se considera una tradición cultural, pero las ventajas de amamantar son más que evidentes, a saber:

• Aumenta la proximidad con la madre, creando un lazo más estrecho desde el primer segundo.
• La leche materna se digiere fácilmente, por lo que no hay riesgos de intoxicación o indigestión.
• No necesita ser preparada o cocinada, lo que ahorra mucho tiempo a las madres que tienen muchas tareas que realizar en el día.
• La disponibilidad es completa, así que tu bebé jamás pasará hambre por tener que esperar que vayas a comprar en el mercado alimento para bebé.
• La leche materna contiene todos los nutrientes y calorías que los bebés necesitan para estar saludables.
• Es un factor determinante para el crecimiento, pues contribuye a un mejor desarrollo de los órganos del bebé.
• Al cumplir con la lactancia materna proteges a tu bebé de infecciones y enfermedades. Los bebés que son amamantados tienen menos riesgos de padecer infecciones en el oído, neumonía, bronquitis, sibilancia, diarrea e infecciones virales y bacterianas.

De acuerdo a una investigación científica, la lactancia materna es capaz de proteger a un bebé de la diabetes, la obesidad, el asma, la colitis, el eccema, incluso del síndrome de la muerte súbita del lactante. Sin duda, hay muchos beneficios para optar por este tipo de alimentación durante los primeros seis meses, y luego como complemento durante por lo menos dos años.

Beneficios de la lactancia materna para ti

Por si todavía no estás convencida, la lactancia materna no solo es buena para el bebé sino también para ti. Tu salud puede mejorar durante este proceso, que incluso no querrás dejar de hacerlo una vez que notes los cambios en tu organismo. Entonces, amamantar a tu bebé te dará:

• Liberación de hormonas que promueven tu comportamiento materno.
• Restitución del tamaño del útero de forma rápida (el que tenías antes del embarazo).
• Reducción de peso por quema de calorías.
• Retraso en el reinicio del periodo menstrual, pues de esa forma se mantienen buenos niveles de hierro en tu organismo.
• Prevención de la concepción (excelente método anticonceptivo, y gratis). Claro está, para que este tenga 100% de efectividad tienes quedarle lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, y que tu periodo no haya vuelto todavía.
• Disminución de riesgos de cáncer de ovarios y mamas.
• Huesos más fuertes, protegiéndote de fracturas óseas una vez que llegues a la tercera edad.

¡Que la lactancia materna sea tu primera opción!

Cómo pudiste notar, la lactancia materna es más que nutrición para tu bebé. Gracias a esta puedes combatir infecciones y otras enfermedades. Lo mejor de todo es que tiene ventajas emocionales y psicológicas tanto para la madre como para el bebé.

A la mayoría de las mujeres se les hace muy fácil dar leche materna a sus bebés, sobre todo si lo hacen justo después del nacimiento. Sin embargo, otras necesitan un poco de ayuda o les toma algo de tiempo para lograr hacerlo de forma eficaz. A fin de cuentas, esto puede ser algo nuevo, así que lo que necesitas es un poco de práctica.

La posición en la que coloques al bebé es fundamental para hacerlo bien. Tu médico de confianza o una enfermera puede orientarte sobre este punto. Sin embargo, el truco infalible para esto es colocar al bebé en posición barriga con barriga y que no esté inclinado su cuello.

Imagínate cuál sería la forma más cómoda para ti para comer, pero que no sea un problema a la hora de tragar. Recuerda sacarle los gases luego de cada comida e intercambiar entre casa seno para proporcionar mayor alimento y que quede llenito después de comer.