Rosa Diez Tagarro, miembro de la Plataforma Loporzano SIN Ganadería Intensiva y coportavoz de la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial (stopganaderiaindustrial.org) ha acudido de nuevo al Parlamento Europeo para denunciar la proliferación de la ganadería industrial en España. En esta ocasión se expusieron las implicaciones de la ganadería industrial para la población y cómo afecta esta al mundo rural en términos socioeconómicos, medioambientales, de salud y de calidad de vida. En la jornada intervinieron también otros representantes de la sociedad civil y de la Comisión Europea, varios eurodiputados y un experto en legislación agrícola de una universidad británica, quien expuso que la PAC debe contribuir a una alimentación más sana y abordar problemas como la resistencia antimicrobiana y la contaminación.
En su intervención, la representante altoaragonesa aseguraba que «cada día que avanza la proliferación desmesurada y descontrolada de la ganadería industrial en España, el mundo rural es un poco más pobre», dado que “se están colonizando los territorios y expropiando los recursos naturales para especular con derechos fundamentales como la alimentación y la salud”. Rosa Diez Tagarro habló también de la pérdida de calidad de vida en los pueblos y de los riesgos para la salud de la contaminación del agua, el aire y los suelos a consecuencia de los vertidos de purines; así como de la resistencia a los antibióticos que en España está causando ya más de 3000 muertes anuales y que se relaciona en gran medida con la utilización de antibióticos de uso veterinario, siendo España el país europeo que más antibióticos utiliza en animales y el que cuenta con el mayor número de animales por explotación de media.
Por su parte, el eurodiputado Florent Marcellesi hacía referencia en su turno de palabra a los macroproyectos que amenazan el mundo rural español como la macrolechería de Noviercas (Soria) o el macromatadero de Binéfar.
El representante de Greenpeace, Marco Contieri, ofrecía a su vez una gran abundancia de datos sobre los impactos de la ganadería industrial, que son excesivos y están demostrados científicamente; denunciando que había un mayor debate al respecto entre la ciudadanía que en la clase política.
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