El sector está amenazado de muerte tras años de bajos precios en origen. A excepción de los años 2006/2007 que fueron buenos para el sector, este no volvió a repuntar hasta 2013, a pesar de que los piensos estaban muy altos debido a la crisis de las materias primas. La situación se ha agravado a lo largo del 2015. El precio del Kg. de conejo vivo en origen (1,750/2,200 Kg. conejo) de esta semana es de 1,60 € Kg. mientras los costes de producción superan 1,75 €/Kg. Además en Italia es de 2,18-2,22 €/Kg. y es un indicio de que aquí se compra barato para exportar a Italia.
Hay aproximadamente 150 explotaciones en Aragón en situación de quiebra inminente, con 300 puestos de trabajo directos y 150 indirectos en juego. Un dato a destacar es que el 66% de la explotaciones cunícolas se encuentran en la provincia de Teruel. En Aragón hay 125.000 conejas y de ellas, en Teruel hay 77.000
UAGA exige un comercio justo con precios competitivos que cubran como mínimo los costes de producción y denuncia que se estén realizando ofertas en grandes superficies de hasta un 60% menos de lo que se le paga al productor, actualmente las grandes superficies están estableciendo una tarifa plana de alrededor de 4,40 € pvp. UAGA considera que el principal problema es que no se está teniendo en cuenta la cadena de precios reales del sector cunícola a la hora de establecer un precio de venta de carne de conejo y habría que animar a las instituciones a fijar un sello de comercio justo. También considera que se están manipulando los precios y que la Interprofesional no está velando por el buen funcionamiento de la cadena de valor.
Esta situación crítica del sector puede verse, además, incrementada debido al acuerdo que se alcanzó en junio de 2015 por parte de la UE para regular los medicamentos veterinarios. Con esta nueva normativa se pretende modernizar la legislación sobre piensos medicamentosos. Desde el sector se ve con recelo está nueva normativa ya que para conseguir unas buenas producciones sin este tipo de piensos se necesitan granjas con muy buenas instalaciones y es necesario adaptarlas a las últimas tecnologías de climatización, racionamiento de pienso, bienestar animal, etc. Esto supondrá un gran coste económico que la mayoría de los cunicultores, dada la situación de crisis actual en la que se encuentran, no podrán soportar.
Los cunicultores de UAGA no descartan movilizarse y han solicitado a la Consejería de Desarrollo Rural una reunión para buscar soluciones a la situación y ayudas al sector para poder adaptarse a la nueva normativa, dado que después de año y medio de pérdidas es imposible costear las reformas en las instalaciones a las que va a obligar la normativa.
Leave a Reply