El ex obispo de Menorca y desde ayer nuevo prelado de la diócesis de Lérida, Salvador Giménez Valls (Muro de Alcoy, 1948), abrió ayer las puertas al diálogo con sus homólogos altoaragoneses de Barbastro – Monzón y de Huesca para resolver el litigio por el patrimonio de arte sacro.
Buena predisposición para dialogar en breve como aseguró ayer tarde momentos antes de iniciar su ministerio episcopal en una ceremonia celebrada en la abarrotada Catedral Nueva de Lérida: «Todavía no he estudiado el litigio. Estos días lo veremos y trataremos de hablar con el obispo de Barbastro – Monzón».
En el inicio de su ministerio episcopal, monseñor Salvador Giménez estuvo arropado por el nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratini, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Ricardo Blázquez. Ninguno de los dos quisieron hacer declaraciones sobre el litigio de los bienes de arte sacro que enfrenta hace más de veinte años a las parroquias del Alto Aragón con Cataluña y sólo tuvieron palabras elogiosas para monseñor Giménez Valls.
Además de ellos, estuvieron presentes en la ceremonia 25 obispos, entre ellos la práctica mayoría de los prelados aragoneses: el arzobispo de Zaragoza Vicente Jiménez, los obispos de Barbastro – Monzón, Ángel Pérez, y el emérito Alfonso Milián, el obispo de Huesca – Jaca, Julián Ruiz, y el turolense Juan José Omella, obispo de Calahorra – La Calzada – Logroño.
Esta nutrida representación de la curia aragonesa fue recibida por el obispo de Lérida «como un gesto. Estoy muy contento de que sea así», aseguró.
Monseñor Giménez es el cuarto obispo de Lérida que debe lidiar con las diócesis de Barbastro – Monzón para resolver el litigio de las 113 piezas de arte sacro retenidas en depósito en el Museo Diocesanos Comarcal de la ciudad del Segre, así como las obras de las parroquias de Berbegal y Peralta de Alcofea, vinculadas a la diócesis de Huesca. Le han precedido Joan Piris (2008-2015), Javier Salinas (administrador apostólico), Xavier Ciuraneta (199-2007) y el ya fallecido Ramón Malla (1998-1999), con el que se inició el proceso que ha llevado estas obras de arte a los tribunales canónicos y civiles. Todas las sentencias han dado la razón a las diócesis altoaragonesas.
«A mí me gustaría que hubiera una solución entre las partes y ojala sea así. Llevamos cuatro obispos pero creo que no depende exclusivamente del obispo si no de otras instancias y vamos a trabajar sobre ello», aseguró, el nuevo prelado de Lérida.
Esta tesis la ha venido manteniendo su antecesor, Joan Piris, que ayer en un encuentro con Alfonso Milián insistió en criticar la politización de este asunto como arma arrojadiza en Aragón y Cataluña: «Se podría haber hecho más pero no hemos podido –en alusión a Milián y a él mismo-. Ya se han definido los poderes públicos también hace poco, tanto el presidente de la Generalitat como el del Gobierno de Aragón. Ellos son los que han interferido en este camino. Se ha convertido en un asunto político sobre todo».
En este sentido, cabe apuntar que este miércoles el presidente del Gobierno de Aragón, el socialista Javier Lambán, mantendrá una reunión con el obispo Ángel Pérez, en su primera visita oficial a la ciudad del Vero.
Diálogo entre Pérez y Giménez
Monseñor Pérez ya ha tenido ocasión de hablar con su homólogo ilerdense sobre el asunto de los bienes, como ambos prelados reconocían ayer. Y se seguirá hablando en próximas fechas. El obispo Ángel Pérez ya le envió un mensaje SMS ayer por la mañana en el que le comunicaba la ilusión que le hacía acompañarle en su toma de posesión. «Me encanta tenerte como vecino, como hermano, como amigo y como padre». En el mensaje de móvil Pérez le aclaraba que la diócesis de Barbastro – Monzón no interpondrá una demanda por el litigio de los bienes contra Lérida. A este particular, el prelado barbastrense le señalaba que ambos «vamos a dialogar, una vez que conozcas la Diócesis y el viejo litigio que nos hemos encontrado servido a nuestra llegada al Obispado, y compartir lo que juntos podamos y debamos hacer para que todos descubran en Jesucristo al señor de sus vidas».
Monseñor Ángel Pérez se mostró muy satisfecho por el nombramiento de Salvador Giménez y aseguró que la diócesis de Barbastro – Monzón recibe al nuevo pastor ilerdense «con mucho cariño, como a todos, y sobre todo felicita a Lérida porque recibe a un excelente obispo. Vamos a estar en comunión. Al igual que con los anteriores esperamos que con este obispo resolver el litigio, porque con él vamos a entrar en diálogo estos días».
Un diálogo en el que deberá haber mucha «paciencia», como le aconsejó a Pérez el ex obispo de Barbastro – Monzón, Juan José Omella, al término de la eucaristía: «Mi consejo es que tenga mucha paciencia porque es un asunto muy complicado. Deseo con toda el alma y el corazón que cada cosa regrese a su sitio y todo se resuelva y rezo para que así sea». Omella indicó que en la Conferencia Episcopal Española «no hablamos de este litigio porque es un tema de cumplir las sentencias ya dichas por parte de la Diócesis de Lérida»
Por su parte, Julián Ruiz, obispo de Huesca, declinó referirse al asunto y sólo mostró su bienvenida al nuevo obispo ilerdense.
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