La Dirección General de Conservación del Medio Natural del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente ha sometido a información pública, con un plazo de 30 días para presentar alegaciones, el Proyecto de decreto por el que se declara el Monumento Natural de los Mallos de Riglos, Agüero y Peña Rueba. El plazo de la información pública termina a primeros del próximo mes de febrero.
Los Mallos de Riglos, de Agüero y Peña Rueba se localizan en el tercio occidental del Prepirineo oscense. Se trata de tres recintos distribuidos en otros tantos municipios: Peñas de Riglos y Agüero, en la provincia de Huesca, y Murillo de Gállego, en la provincia de Zaragoza.
La extensión total de la zona propuesta como monumento natural suma 188,43 hectáreas repartidas de la siguiente forma: 40,8 hectáreas en el término municipal de Agüero; 62,73 en el de las Peñas de Riglos; y 84,90 en el de Murillo de Gállego.
El director general de Conservación del Medio Natural, Pablo Munilla, explicó que la protección de los Mallos de Riglos, Agüero y Peña Rueba “es un paso más en la senda de proteger los ámbitos naturales del territorio aragonés que presentan especiales singularidades con el objetivo final no solo de conservarlos sino de mejorar y potenciar sus propias posibilidades naturales. Se trata, igualmente, de que quienes conviven con este potencial natural participen en el proceso y, posteriormente, se puedan favorecer de las inversiones que se efectúen”.
El ámbito del monumento natural se encuentra comprendido en su totalidad en la serie de montaña prepirenaica y supramediterránea aragonesa de la encina. En concreto, en estos roquedos la vegetación que se desarrolla es de tipo rupícola, limitada en extensión pero singular y de un alto valor ecológico.
En cuanto a la fauna, este ámbito constituye un corredor biológico para las aves migratorias. En la zona nidifican alimoches, halcones peregrinos, treparriscos, quebrantahuesos y, sobre todo, el buitre leonado, que presenta una de las mayores colonias de Europa.
Los beneficios económicos que obtendría la zona se derivan de dos fuentes. Por un lado, de las obligaciones económicas que asumiría en Gobierno de Aragón y, por otro, de las iniciativas que pueden producirse como consecuencia de la imagen pública que proporciona un espacio natural bajo cualquier figura de protección.
Se trata de una zona que, en cualquier caso, ha experimentado un importante crecimiento en todo lo que se refiere al turismo relacionado con el medio ambiente y el turismo de aventura. De hecho, el sector servicios es el que ocupa a un mayor porcentaje de mano de obra en alguna de las poblaciones incluida en el ámbito de la declaración.
Por otra parte, en estos momentos se encuentra en tramitación la declaración de Paisaje Protegido para la Sierra de Santo Domingo, en el prepirineo de las Cinco Villas, un ámbito de 14.212 hectáreas repartidas entre los términos municipales de Biel, Luesia y Longás.
Leave a Reply