La Diputación Provincial de Huesca ha acordado destinar más de un millón de euros en ayudas dirigidas a los municipios de la provincia en materia de desarrollo, turismo y medio ambiente, dirigidas a apoyar las iniciativas de los municipios principalmente a la hora de crear y mejorar sus infraestructuras y propiciar que nuevas familias se instalen. De las tres líneas de subvenciones, la de mayor partida presupuestaria es la centrada en recuperar medioambientalmente espacios urbanos con una cuantía de 500.000 euros, mientras que 325.000 son los que van a parar al programa de impulso demográfico y los otros 225.000 euros servirán para sufragar infraestructuras turísticas.
El presidente de la Comisión de Promoción, Desarrollo y Medio Ambiente de la DPH, Javier Betorz, señala que con estos programas “se podrán materializar cincuenta actuaciones diferentes” y, como subraya, “mantenemos en estas convocatorias aportaciones del 85% de la inversión total, para que suponga la menor carga económica en los municipios, sin que estos dejen de seguir mejorando sus servicios y también la imagen que dan a quienes llegan”.
Gracias a estas ayudas, se podrá actuar este año en una veintena de localidades principalmente en parques públicos, jardines o zonas verdes para garantizar su buen estado con la plantación de setos o césped, labores de mantenimiento, colocación de mobiliario urbano dentro de estos espacios, el montaje de juegos infantiles o elementos para el ejercicio físico. En el apartado de recuperación de zonas degradadas están centradas en espacios en torno a elementos tradicionales como lavaderos, fuentes, merenderos, miradores o zonas de recreo.
Esta convocatoria “cuenta con una importante respuesta por parte de los ayuntamientos, de hecho este año se han recibido cerca de ochenta solicitudes”, ha señalado Javier Betorz. Los ayuntamientos que recibirán este tipo de ayudas, que oscilan entre los 7.500 y los 38.000 euros, son los de Aísa, Alcalá de Gurrea, Alcolea de Cinca, Alcubierre, Almuniente, Barbuñales, Castillazuelo, Foradada del Toscar, Montanuy, Monzón, Naval, Nueno, Pertusa, Puente de Montañana, Robres, Sahún, Sariñena, Tardienta, Torres del Alcanadre y Velilla de Cinca. A la subvención que la Diputación otorga a cada ayuntamiento, este aporta la cantidad suficiente para completar la inversión.
Por otro lado, en el Plan de Infraestructuras Turísticas de 2015, aprobado el pasado viernes en la Comisión de Promoción, Desarrollo y Medio Ambiente, se incluye la ruta patrimonial de las localidades de la Val Ancha, del valle de la Garcipollera y del entorno de San Juan de la Peña; la de btt Caminos del Turbón, en los términos municipales de Campo y Foradada del Toscar; las que llegan al castillo de Escanilla y a las ermitas de San Juan y Virgen del Monte, en Abizanda; la monumental de Cornudella de Baliera, en Arén; las del entorno de El Molino de Chuaquín en El Grado; y la que parte de Torre Buira hasta Buira y Cirés, en Bonansa. Se llevará a cabo el acondicionamiento de la antigua ruta de herradura entre Fiscal, Borrastre, San Juste y Ligüerre, la mejora del sendero de los Azudes en Pozán de Vero, la señalización y mejora de las rutas de Los Pueblos y de la Cabañera, en Montanuy, las ermitas de Sariñena, y los Alchups, en San Esteban de Litera, además de la creación de la ruta de la Antigua Judería de Monzón.
Entre los veinte proyectos que se subvencionarán también está contemplado el de Canfranc y la historia de los aludes, el de señalización e interpretación del afloramiento geológico del barranco de Sant Joan, el Point Bar de Montañana, la recuperación del antiguo camino de la Cazanía de Seira, y otras infraestructuras en el municipio de Perrarúa, en el casco urbano de Panticosa, y rutas turísticas en los municipios de Naval y del Valle de Hecho.
Nuevos vecinos y familias en los pueblos
En el Programa para el impulso demográfico, la Diputación Provincial ha dado cabida a diversas iniciativas de conservación y rehabilitación de espacios de titularidad pública que, una vez realizadas, se destinen en todos los casos a que nuevos residentes y familias se instalen en las localidades altoaragonesas más pequeñas, en aquellas que cuentan con menos de 500 habitantes y que suponen más del 70% en la provincia.
Las ayudas concedidas están dirigidas especialmente a la rehabilitación, acondicionamiento y adecuación de viviendas, “porque son las prioridades que nos plantean los ayuntamientos”, ha indicado el responsable de Promoción, Desarrollo y Medio Ambiente en la DPH, Javier Betorz, quien explica que a lo largo de los últimos años el programa ha ido adaptándose a las necesidades de los municipios de la provincia pero “lo que no ha cambiado es su objetivo último que no es otro que las localidades más pequeñas vean cómo se asientan nuevos vecinos, ayudando a mantener vivo el medio rural”.
Los principales proyectos, que en muchos casos superan los 50.000 euros de inversión, son la rehabilitación de edificios y viviendas municipales como en Baells, Panillo, Puente de Montañana, Pallaruelo de Monegros y Albero Alto, o la adecuación de espacios que han estado dedicados a otros usos. Es el caso de Bárcabo, donde se va rehabilitar la antigua casa del maestro. Este año las ayudas también llegarán a Salas Bajas, Viacamp-Litera y Vicién.
Leave a Reply