La localidad de Bolea ha abierto su Semana Cultural que cumple 30 años con la participación del Presidente de la Diputación Provincial de Huesca en una jornada dedicada al reto de la despoblación, donde Miguel Gracia ha dicho que los esfuerzos a corto plazo han de centrarse en “legislar distinto quienes viven en ciudades y zonas rurales” y “equilibrar la pirámide poblacional, tratando de reducir la edad media, y eso no se puede hacer sin opciones de acceder a trabajo y vivienda con alquileres sociales en los pueblos”. Estas dos prioridades son las que ha marcado para los próximos años en la provincia.
Tal como plantea el Presidente de la DPH, “hay que actuar de abajo a arriba, si se pretende salvar el mayor número de núcleos habitados hay que descender en el ámbito geográfico lo máximo posible”, es lo que pone de manifiesto Gracia quien aboga por «un plan armónico» entre las distintas administraciones. En Bolea ha dibujado una realidad muy diversa de los núcleos poblaciones que no siempre queda reflejada en las variables demográficas utilizadas para medir el impacto de las ayudas de las administraciones en sus diferentes niveles. Como ejemplo, en la provincia ha hablado de las diferencias que dan entre las localidades que están más cerca o lejos de las cabeceras comarcales y, por tanto, de servicios, las turísticas que dependen de la nieve o la naturaleza o núcleos agrícolas más basados en regadíos o fruta.
El salón municipal se llenó en la tarde-noche de ayer con unas setenta personas para escuchar y debatir sobre el principal problema que tienen las zonas rurales y que más de actualidad está con todos los partidos políticos refiriéndose al tema y la reciente marcha de la España Vaciada. Así coincidieron en calificarlo el alcalde de La Sotonera, Pedro Bergua, y la presidenta de la Asociación A Cerecera, Gloria Bailo, quien quiso acordarse del grupo de mujeres que hace tres décadas impulsaron la actividad en el municipio con estas jornadas y otras iniciativas que se han mantenido hasta el día de hoy.
Por su parte, el primer edil, Pedro Bergua, ha lamentado que los ayuntamientos tengan dinero en los bancos, en el caso concreto de La Sotonera asciende a 1,5 millones de euros, y no pueden gastarlo para inversiones por las normativas de contención del déficit que se impusieron también a la administración local. En la provincia, se calcula que asciende a 106 millones de euros el total de los remanentes entre ayuntamientos y Diputación. Ambos están de acuerdo en que el trabajo para atajar el despoblamiento rural tiene que “enfocarse hacia la administración local» porque «quien conoce el problema es el que lo vive a diario y de cerca».
La Semana Cultural continúa hasta el próximo domingo 28 de abril con un programa muy variado que cada día ofrece una actividad diferente y contando principalmente con profesionales ligados a la localidad. Tras la charla de apertura, este martes es el turno de una proyección con imágenes del fotógrafo y vecino Santiago Castilla, pero también se hablará de las leyendas y cuentos del Alto Aragón, tendrá lugar la presentación del libro Las cerezas del Batallador por su autor Carlos Oliván, también vecino de Bolea, y habrá un concierto del cantautor Joaquín Carbonell, entre otras propuestas que siempre cuentan con alta participación como reconocían las mujeres que integran la asociación.
Medidas de la provincia para la Estrategia Nacional
En Bolea, Miguel Gracia ha expuesto las principales propuestas y acciones en los municipios de la provincia que recoge el documento presentado por la DPH para la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico donde una “revisión y adaptación de normativa y leyes existentes para una mejor adecuación a las características del medio rural” porque considera que son necesarias normativas diferentes para lo rural que para lo urbano, porque las necesidades y realidades son distintas.
Entre las medidas que ha citado, ha hecho especial hincapié en el pago a los municipios del medio rural por servicios ambientales “porque la despoblación puede generar para todos problemas de índole ambiental, y no se dan cuenta de que será más caro mantener los pueblos a base de funcionarios que con la labor que ya realizan sus vecinos”, ha apuntado Gracia.
En el debate generado entre los vecinos, también se ha referido a medidas fiscales concretas como el establecer bonificaciones en las cotizaciones de autónomos o en la contratación de trabajadores en el Régimen General de la Seguridad Social a aquellos empresas que se establezcan en zonas despobladas. En estos casos también ha hablado de la supresión de la tasa de transporte en el coste energético o de no considerar IVA de lujo a determinados bienes necesarios para vivir y trabajar en las zonas despobladas poniendo por ejemplo un todoterreno.
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