A base de leer o escuchar tonterías por los medios de comunicación muchas personas se creen lo que oyen y, claro, luego así les va.
Nos han repetido tanto eso de que los políticos no hacen nada y a final de mes ponen la mano y a cobrar, que no asisten, que están tocándose las narices o de viaje a Canarias a ver a la querida, que una masa se lo está creyendo cada vez más. Hay quienes están convencidos de que ser concejal es ir de comida en comida y de vez en cuando a un Pleno.
El choque se produce cuando algunos, que se lo creen y no han pisado la calle más que en su vida personal, llegan a ser concejales, alcaldes, diputados… Cuando se encuentran con que les citan a reuniones con vecinos, comerciantes, empleados, visitas de otras instituciones, reuniones previas para acordar una posición común, desde por la mañana a las 8:30 hasta las 22:30 h, con el tiempo justito para comer.
Entonces dicen que eso no es lo que les habían contado y que los pocos cientos de euros que les pagan solo se compensan si uno no tiene nada que hacer. Si tienen un trabajo, un negocio, unas personas a las que atender, llegan a la conclusión de que, si lo siguen haciendo, es por pura vocación de servicio público, por convicciones, que la realidad se parece muy poco a lo que les cuentan los medios.
Eso ha pasado con las comarcas en Aragón. En lo que yo conozco, que es la provincia de Huesca, las comarcas prestan servicios imprescindibles a los vecinos de los pueblos pequeños que sus ayuntamientos nunca podrían prestar o, si se empeñasen en hacerlo, sería con un coste mucho mayor.
Servicios a las personas mayores o dependientes, con ayuda a domicilio, transporte público adaptado para que puedan desplazarse, actividades culturales, actividades de promoción del deporte… Los miles de personas que practican regularmente deporte no podrían hacerlo sin el Servicio Comarcal de Deportes, y muchas son mujeres o personas mayores, a quienes la vida sedentaria deteriora la salud. La recogida de basuras, tanto la ordinaria como la de voluminosos, los controles obligatorios de calidad del agua y su publicación en Internet son servicios concretos que afectan a miles de personas y que solo agrupando la gestión en un órgano comarcal pueden prestarse.
Ahora que se han reducido los presupuestos de la Comunidad Autónoma para las comarcas, con una saña propia de quien vive en grandes poblaciones y mira a los rurales por encima del hombro, vemos que o lo arreglan o van a tener que cerrar servicios y despedir personal, y los vecinos de los pueblos vamos a volver al oscurantismo y a la dejación de los que ya creíamos que nos habíamos librado.
El discurso demagógico sobre la multiplicidad de Administraciones se sostiene solo por la ignorancia de lo que hacen, y porque el medio rural no tiene voz, no tiene acceso a los titulares de los medios y a las cabeceras de los telediarios. Esa es su gran debilidad.
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