«Revitalizar el casco antiguo –sostiene Violeta Gracia, presidenta de la Asociación de Vecinos Osce Biella– no solo presenta aspectos urbanísticos o de carácter social, siendo estos muy importantes, también deben considerarse los culturales y de rehabilitación patrimonial. Trabajamos por el mantenimiento del Seminario como conjunto, pero no podemos ni queremos renunciar a otros espacios de vocación cultural que pueden aportar calidad de vida y nuevas expectativas de enriquecimiento como ciudadanos». En tales términos resume la responsable vecinal el proyecto de recuperación de la antigua iglesia de Santa Rosa.
Desde el traslado en 1973 del colegio religioso a su actual ubicación en el barrio de Santiago, la antigua iglesia, desacralizada, quedó cerrada al público, sin uso y en estado prácticamente de abandono. Los arreglos en la cubierta y el suelo paralizaron el deterioro y aunque buena parte de los materiales susceptibles de aprovechamiento –retablo, altar, elementos de decoración y mobiliario general– fueron trasladados, el edificio conserva el sabor y el ambiente de un acogedor recinto histórico.
«Sabemos que se redactó un proyecto de recuperación, pero nunca se llegó a materializar en ninguno de sus aspectos», señala Violeta Gracia. Osce Biella junto con el resto de las organizaciones que integran la Plataforma para la Defensa del Patrimonio de Huesca, Osca XXI, Apudepa y el Colectivo Ciudadano, abogan por la recuperación del edificio para usos culturales y sociales. Así, se dirigirán a la Dirección General de Cultura, titular del mismo y del aledaño Archivo Histórico Provincial, y también al Ayuntamiento de Huesca, para que promuevan su rehabilitación.
La iglesia de Santa Rosa se postuló en el pasado mandato municipal como posible sede de un futuro Museo Ramón y Cajal, incluso se mantuvo algún contacto al respecto con el propietario del conjunto, el Ministerio de Cultura. De hecho, varios muebles pertenecientes al premio Nobel fueron donados por su nieta y se guardan en el Archivo Histórico: una cama, un armario caoba, dos sillones orejeros y algunos elementos ornamentales. «Ojalá se retomara el proyecto de museo –valoran fuentes de la Plataforma–, pero en cualquier caso sería necesaria una recuperación integral del inmueble que ahora reclamamos a las administraciones públicas».
La pequeña iglesia de Santa Rosa, de una sola nave, es el testigo del anterior conjunto del convento y casa de enseñanza para mujeres fundado en 1765. El período de construcción queda datado entre 1767-1771. Puede considerarse como una reminiscencia tardía del espléndido barroco oscense, con cualidades espaciales, urbanísticas, históricas, artísticas y decorativas que la convierten en una pieza emblemática del patrimonio de la ciudad.
Santa Rosa 1:
Santa Rosa 2: El coro es el elemento más destacado de todos los que participan de la ambientación barroca de la iglesia.
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