Sí amigos, después del guirigay rocambolesco y sabatino del PSOE donde se suplicaba diálogo y debate, ya que había “fuego amigo” en todas direcciones y lo que se traslucía de las declaraciones de casi todos, y digo la totalidad cuando salían en algún receso, era un mensaje único. -“Hay que coser…”.
Parece que las “modistillas del sur”, tanto Susana Díaz como esa que más manda, …y a gritos, una tal Verónica Pérez, habían impuesto incluso a los más gallos del gallinero, un mensaje único que todos debían proclamar: ¡-COSER…! ,después de haber destrozado entre otras cosas sus propios estatutos de una manera programada y mezquina por medio de un cálculo de dimisiones en cascada sumado incluso a alguna tristísima defunción y que daban esa mitad mas uno que debía disolver el grupo formado alrededor de un secretario general al que ineludiblemente también se echaba de su puesto.
Pedro Sánchez, a quien las bases en su día eligieron, era destituido de manera “golpista” y esa gestora sacada de la manga por cada una de las dos modistillas era quien debía sentar todas las voces en torno a una mesita con mantel frente a la cual se enhebrarían agujas y se darían puntadas no sé si para zurcir feamente o para realizar arreglos baratos sobre un paño precioso que hace muchos años ya vestía de ideales y esperanza la joven democracia española.
A todas luces era el PODER puro y duro lo que se dirimía en las casi dieciocho horas de juicio sumarísimo de la calle Ferraz. No sólo la sangre llegó al asfalto sino que por un lado las que más mandan y, a la salida en la madrugada, por otro lado los que más gritaron, se escabullían dejando tras de sí silencios muy elocuentes. Tan elocuentes quizá porque nada más había que decir pues ya se había ofrecido la cabeza del líder dimisionario a las enloquecidas Salomés y sus huestes del sector crítico.
Evidentemente las puntadas que se den a partir de ahora deberán ir acompañadas del hilo más resistente porque este PSOE no sé si se hace a la idea de que ha cruzado el Rubicón y lo que venga ahora quizá ya no sea igual para ellos porque ni ha sido sopesado siquiera. Si creen que ponerse tan sólo un dedal y empezar todos a coser, en mi opinión no se dan cuenta de que lo que de verdad han provocado es un terremoto de más de ocho grados en la escala de Richter y lo que han de hacer no es ponerse un dedal sino un casco de obra y agarrar fuerte el pico y la pala para desescombrar y trabajar muy duro en RECONSTRUIR todo un símbolo de la izquierda democrática como era su histórico PSOE.
De lo que estoy muy seguro es de que en esas dieciocho horas del sábado uno de octubre de 2016 no se habló nada sobre los problemas que infectan a nuestra sociedad enferma por ese virus llamado Crisis en todas sus cepas más venenosas: la Economía maltrecha, la Sanidad del copago, la Educación sin recursos, y todo ello servido sin coberturas sociales que ayuden a paliar una fiebre que debilita a la mayoría y mata a los más débiles. Hace días, un poco más de cuatro años, se certificó la muerte de algo de lo que muchos presumían como “Estado del bienestar”. Al final, acabaremos todos a una gritando desesperados como lo hacía Mikel Iceta hace unos días: “-¡Por Dios, señores de la Gestora, líbrennos de Rajoy y del PP…!P
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