La sociedad actual está cada vez más digitalizada y atada a las nuevas tecnologías e internet, lo que implica que los hábitos de consumo de los clientes cambian. Hasta la panadería artesana de un pequeño pueblo con una clientela fija y seguridad de mantener en pie su negocio necesita incorporarse a esta nueva realidad, pues son sus propios clientes los que demandan nuevas interacciones.
El marketing digital como herramienta de equilibrio
El uso de herramientas de marketing digital está muy ligado a alcanzar el equilibrio entre grandes corporaciones y pequeñas y medianas empresas. Las pymes encuentran en esta disciplina una fórmula para igualarse a las grandes empresas.
Por lo general, el marketing online es una vía económica que permite expandir el negocio, que sea más conocido y que esto se traduzca en generar más ingresos. Herramientas como el posicionamiento web, el SEO local, las redes sociales o el email marketing ayudan a que estos pequeños negocios despunten y sean más conocidos.
En este sentido, es importante considerar la inversión en marketing online como eso, una inversión, y no un gasto. Esto implica tener paciencia, esperar resultados a medio plazo y trabajar constantemente en este nuevo escenario.
Un buen plan de marketing digital es aquel que está bien diseñado, ha tenido en cuentas factores como las posibilidades de crecimiento de la empresa, el perfil de público al que se dirigen los productos, las opciones de retorno de inversión y la capacidad de expansión del negocio más allá de determinadas fronteras.
Conseguir estos objetivos parece una tarea compleja, sobre todo cuando hablamos de pymes que no cuentan con los recursos materiales suficientes ni la formación para poner en marcha todas estas campañas. En ese caso son las empresas de Marketing Online las que prestan ese servicio de modo externo y actúan como consultores y asesores en la planificación a desarrollar.
El posicionamiento como actor imprescindible
El gran pilar de la estrategia de marketing online es destacar frente a la competencia en la inmensa selva de internet. La red de redes es como un océano y cada contenido que se genera es como una gota de agua. Sirva la metáfora para hacer ver que no basta con publicar contenido en internet, sino que hay que hacerlo planteando bien qué objetivos se quieren conseguir, y el primero de ellos es resultar atractivo ante los internautas.
El posicionamiento web es la capacidad de colocar el contenido o el espacio web generado entre los primeros lugares de los buscadores. A mejor posicionamiento, más tráfico web se atrae, más gente conoce la marca y más pronto se alcanza el retorno de la inversión.
Existen muchas herramientas y servicios encaminados a este objetivo. Google Adwords, por ejemplo, es la plataforma de anuncios de pago de Google. Hablaríamos entonces de posicionamiento de pago. Si acudimos al posicionamiento orgánico hay que hacer un buen uso de las palabras clave, el marketing de contenidos, el diseño web, la navegabilidad, la experiencia de usuario o el SEO local con Google My Business.
Todo ha de ir encaminado a que el usuario de internet encuentre atractivo lo que se le ofrece, permanezca más tiempo en el espacio web y ello le lleva a consumir anuncios e incluso comprar los productos que se ofrecen.
El SEO es una estrategia clave, como también lo son las redes sociales. En esta disciplina, las acciones emprendidas están muy relacionadas entre sí, muy vinculadas.
¿Qué ocurre con las redes sociales?
Hablábamos anteriormente que el marketing online es una disciplina que permite a las pymes igualarse con las grandes compañías. Una muestra clara de ello es lo que ocurre en las redes sociales. Las pequeñas empresas pueden organizar promociones y encuestas en Facebook, Instagram o Twitter con las que alcanzar su objetivo, el de expandir la marca más allá del territorio más local.
Trabajar a diario las redes sociales de manera adecuada ayuda a dar a conocer más la empresa. Estas plataformas son como un nuevo foro público, un nuevo mercado en el que hay que estar presente porque los consumidores pasan mucho tiempo allí.
De este modo, la gestión de las redes sociales es también una de las responsabilidades principales en la estrategia de marketing online. Un buen trabajo en este aspecto va ligado a atraer a clientes potenciales.
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