El funcionamiento básico de un banco es el de ofrecer dinero en forma de préstamos y recibir una remuneración como contraprestación, que lo marcará el tipo de interés impuesto. La pregunta que cabría hacerse es de dónde procede ese dinero que se presta. Aunque en un principio la fuente principal provenía de otros clientes del banco, ahorradores que depositaban sus recursos económicos en forma de depósitos, cuentas corrientes y demás herramientas financieras, en la actualidad, es solo un método más.
Las fuentes con las que en estos momentos un banco se sustenta provienen de la emisión de bonos y demás tipos de deuda con las cuales se paga un tipo de interés a la persona que invierte. También reciben dinero de las titulaciones de deuda (hipotecas), mediante la acción de intermediarios financieros (préstamos interbancarios) y del capital y beneficios que se van obteniendo acumulándose en forma de fondos propios.
La competencia entre bancos, una cuestión de servicios
La banca ha estado transitando durante los últimos años por terrenos inhóspitos y resbaladizos. Muchas de las grandes marcas han cometido errores, cuando no estafas que han debilitado la confianza de los usuarios. Durante demasiado tiempo el sector bancario asumió ciertos riesgos que, por naturaleza, se encontraban fuera de su entorno habitual de actuación, como son los de financiar proyectos, transformar plazos, redistribuir los recursos…
En estos momentos, y por esta aceptación de riesgos fuera de hábitat natural, han aparecido nuevos actores que se presentan ante el cliente con nuevas características y cualidades. Sin embargo, no va a ser nada sencillo desbancar a la banca tradicional fuertemente asentada en la sociedad y en la mente de los ciudadanos como un eslabón insalvable entre el trabajo y la consecución del dinero.
Los bancos cuentan con fortalezas, como la reputación, que sigue con buena salud (pese a los continuos escándalos), la enorme cantidad de clientes que poseen (prácticamente toda la ciudadanía adulta), una excelente infraestructura (que avanza hacia la implantación de las Fintech o tecnologías de la comunicación al servicio de las finanzas), y una variada y completa base de servicios difícilmente igualable por cualquier otra empresa financiera de nueva creación.
Estos son dos de los ejemplos más destacables de bancos, según los servicios que ofrecen.
Servicios Bankinter
Bankinter es uno de los grandes bancos españoles, con unos activos que superan los 85.000 millones de euros se coloca como la sexta entidad financiera nacional. El Banco Intercontinental Español se constituyó como banco industrial en 1965, con un 50% de acciones por parte del Banco Santander y otro 50 % en posesión del Bank of America. Cuenta con unas 382 oficinas Bankinter, repartidas por todo el territorio español, con especial incidencia en la capital.
Sus servicios se dividen entre cuentas y tarjetas, ahorro e inversión, hipotecas y préstamos, seguros y soluciones a medida. A todos estos debería añadirse el de asesoramiento especializado para acciones como la gestión de cuentas y domiciliaciones, agregación financiera, valoración del patrimonio inmobiliario, solicitud de certificados, pago de impuestos, transferencias, información fiscal, gestión de testamentario o la solicitud de moneda extranjera.
El buen hacer de esta entidad hace que, el 25 de septiembre de 2018, se anunciase el acuerdo alcanzado con Smart Holdco, una entidad propiedad de varios fondos que es propietaria de EVO Banco. Un acuerdo para llevar a cabo la compra del negocio bancario de EVO Banco en España y el de su filial de crédito al consumo en Irlanda, Avantcard.
Servicios de Banco Evo
El 31 de mayo de 2019, se obtuvieron las autorizaciones necesarias y Bankinter cerró la adquisición de Banco Evo por un coste total de 65,8 millones de euros. Un negocio bastante rentable ya que el desembolso total fue de 199,4 millones de euros, pero, el exceso de capital con el que contaba EVO Banco, derivado de la segregación de Evo Finance, revirtió nada menos que 133,6 millones de euros a Bankinter.
Evo banco en Barcelona es la referencia en la ciudad condal por los servicios que ofrece dirigidos o especializados en la banca online.Autodenominados como la banca inteligente, en esta entidad se ofrecen productos y servicios digitales, es decir, Fintech como los siguientes.
Cuenta inteligente; dos cuentas conectadas entre sí, una corriente para el día a día y otra a plazo para los ahorros.
Tarjeta inteligente; se fusiona con el móvil para ofrecer al cliente toda la libertad y facilidad que se necesita al gestionar los pagos.
Hucha inteligente; sistema automatizado para gestionar objetivos económicos y reglas de traspasos.
Fondo inteligente; desde cualquier lugar y momento se podrán efectuar movimientos, aportaciones, reembolsos, informarse…
Fondos de inversión; fórmula de contratación de cuenta de fondos y valores de forma fácil y rápida gracias a la app o a través de la web.
Operativa de fondos; Banca Móvil para consultar, contratar, y operar desde el smartphone.
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