El reciclado de residuos no es solo necesario e imprescindible, también es urgente. La enorme cantidad de basura de todo tipo que diariamente produce la humanidad amenaza con acabar con los ecosistemas y la vida misma. Por otro lado, se ha venido demostrando que el reciclado y gestión de basuras, como la chatarra, resultan ser altamente rentables en cuanto a lo económico. En el sector del reciclaje, la chatarra ha dejado claro que es una de las líneas de acción más importantes para el planeta y con más crecimiento dentro del sector industrial.

El reciclaje del metal es un proceso mecánico mediante el cual se convierten los desechos de productos en nueva materia prima para su reutilización. Este tipo de reciclaje reduce de manera radical el consumo de materia prima de nueva extracción, previene de forma altamente significativa el desuso de materiales que se pueden reutilizar, reduciendo notablemente el consumo energético de energía eléctrica, así como en la emisión de gases invernadero, evitando la contaminación en el aire, en el mar y en los ecosistemas terrestres.

La gestión de la chatarra en España

En España la gestión de la chatarra y residuos metálicos da trabajo a 33. 600 familias dentro de un tejido empresarial con más de 6.000 organizaciones. En total manejan un volumen de negocio de nada menos que de 10.000 millones de euros, lo que equivale al 1% del PIB nacional.

El sector hace mucho que dejó la imagen de gente sin recursos que recorría las calles recogiendo las chatarras de los ciudadanos. En la actualidad, es un sector que crece y desarrolla una actividad muy importante en la sociedad, que maneja grandes inversiones y que recorre un trayecto en el que convive con la innovación y tiene cada día más presente el respeto por el medio ambiente.

Aunque es un sector pujante en cualquier país avanzado, España está considerada una potencia europea en este sector. En todo el territorio español en general y el de la chatarra zaragoza en particular, ya que esta ciudad es un referente nacional en este sentido, es cada vez es menos frecuente esos almacenes destartalados de chatarra sin categorizar, sucios y desordenados. Hoy día, el aspecto es más bien el de una planta industrial que utiliza alta tecnología para llevar a cabo los procesos de separación de materiales para su reutilización.

Beneficios económicos del reciclaje de chatarra

El proceso de reciclaje que se lleva a cabo en las plantas de reciclado extrae y separa la mayoría de los metales. Estos pueden ser ferrosos o no ferrosos, como el hierro, el cobre, el aluminio, el plomo, e incluso el oro y la plata. Estos metales pueden fundirse y procesarse otra vez para volver a obtener materia prima metálica útil para la fabricación de casi cualquier objeto o pieza. Este proceso evita la extracción de metal directamente de la tierra a través de los procesos mineros, que siempre tendrán un coste mucho más elevado.

El beneficio no se produce únicamente en la extracción de estos metales, también se reduce el gasto energético durante el proceso de fabricación de los productos nuevos. Por otro lado, la industria dedicada a este fin cada vez está más preparada, como ya se indicó, y sus sistemas de trituración funcionan con motores eléctricos especialmente diseñado para el ahorro de energía. Por supuesto, también supone un incremento en el número de puestos de trabajo y una mejora en la economía nacional, al no tener la necesidad de importar tanto metal del extranjero.

Beneficios medio ambientales del reciclaje de chatarra

Además de los muchos beneficios personales, energéticos y económicos de este y los demás modelos de reciclaje, se está ejerciendo una labor vital para la protección de la naturaleza y del medio ambiente.

Con este trabajo se reduce el impacto que tiene el exceso de residuos en los ecosistemas, disminuye la emisión de gases contaminante y de efecto invernadero. Pero, sobre todo, se evita la llegada de estos residuos al mar o a los entornos naturales, en los que tardarían miles de años en desaparecer causando un daño irreparable sobre la flora y la fauna.

La contaminación de agua, aire y desechos proveniente de la minería se reduciría hasta en un 70 %. Por poner un ejemplo del beneficio que se obtiene al reciclar metales, concretamente en la obtención de aluminio a partir de material virgen, el reciclado llega a reducir hasta en un 90 % el consumo de energía, en comparación con los procesos de elaboración, y hasta un 95 % la contaminación del aire.