El Titanic Memorial Lighthouse, erigido a la entrada del puerto de Nueva York en 1913, se construyó en memoria de las acciones heroicas de los pasajeros y la tripulación del RMS TITANIC, cuyas vidas se perdieron con el «buque de los sueños».
Friends of Titanic Lighthouse Restoration, entidad fundada por Adrian Saker, con la colaboración de la entidad española Fundación Titanic, está liderando la restauración de este primer monumento al Titanic, con su singular linterna de luz verde y su «bola del tiempo» en la parte superior, para continuar dando la bienvenida a todos los barcos que llegan al puerto de Nueva York.
Adrian Saker dice: «Titanic Lighthouse constituye un monumento para que la gente recuerde que el ‘espíritu del Titanic’ no murió con el barco, sino que sigue presente en los corazones de millones de personas en todo el mundo».
El profesor Livio Spinelli, director del Parque Científico Marconi (Italia) y asesor de la Princesa Elettra Marconi, hija de Guglielmo Marconi, expresó su satisfacción por hacer posible que este antiguo faro sea restaurado a su estado original de funcionamiento al 100%, y continúe siendo admirado por todas las personas que visitan la ciudad de Nueva York.
Por su parte, Jesús Ferreiro, presidente de la Fundación Titanic, felicitó a Adrian Saker por haber hecho realidad la rehabilitación de este Faro, construido como un homenaje no solo a las víctimas del Titanic, sino también a todas las personas que han perdido su vida en la mar, y prometió que se exhibirá una réplica de este faro en la única exposición oficial: «Titanic The Reconstructión», que se puede visitar estos días en el Museo de las Ciencias de Valladolid.
Aunque fue construido como un monumento, el faro del Titanic también tenía un uso práctico y, además, en su parte superior se instaló la «bola del tiempo», que era una ayuda, previa a la radio, para sincronizar los relojes de los barcos cuando estaban en el puerto entre viajes. Los pilotos y capitanes del puerto de Nueva York configuraron sus relojes con esta señal emitida desde el Titanic Lighthouse. El dispositivo de «bola del tiempo» entró en servicio por primera vez el 1 de noviembre de 1913 y funcionó regularmente todos los días excepto los fines de semana y festivos.
Como sucedía con el popular reloj de la Puerta del Sol de Madrid, la «bola del tiempo» del Faro del Titanic, a las doce en punto, descendía desde lo alto de su mástil como señal para que los habitantes del distrito portuario de Nueva York, y especialmente los capitanes de los barcos, podrían ajustar sus relojes a la hora oficial de la costa este de los Estados Unidos.
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