Sesha es uno de los mejores empleados de la empresa mundial Trans, como la denominó ayer el psicólogo Fidel Delgado (Transcendencia – Transformación). El maestro colombiano, un gurú de la meditación y filosofía advaita, ha mostrado sus vivencias y su iniciación en la última jornada del Congreso Salud y Conciencia, que ha reunido este fin de semana en el Palacio de Congresos a 685 asistentes para escuchar además la sabiduría de vida de Sergi Torres y Fidel Delgado.
Nieto de una medium, desde los 8 años tuvo inquietudes espirituales que le llevaron a una búsqueda de lo real, interesándose por filosofías clásicas, medievales, orientales, el yoga o la meditación, entre otras disciplinas hasta que descubrió el advaitia y a su maestro. “Me fascinó porque no entendía nada”, bromeó. Con su maestro descubrió lo que es sentir, y con los años y los días de meditación llegó su iluminación. A los 26 años. “Un 12 de mayo de repente entré en un universo paraleo, oscuro, en el que no se veía nada más que un punto rojo que venía a toda velocidad hasta que chocó con mi corazón y lo rompió en mil pedazos. Una de esas partes de mi corazón se fue a cada una de las regiones del Universo y ví galaxias y mundos. Por unos segundos tuve la oportunidad de ver la totalidad del Universo, ví todo lo que había sido el Universo y lo que acontecerá. Me convertí en aire, viento, vida y muerte, me convertí en todo lo que existe, en el ser y en el no ser. Estuve tres días ahí y no sabía qué había pasado. Había tsunamis de amor y paz, y todo tenía sentido”, contó.
Después de esa experiencia entendió a los místicos, el Nirvana, la meditación, cambió su vida radicalmente. “Desapareció la fantasía. Cuando cerraba los ojos ya no tenía pensamientos sin razón de ser, la mente había quedado posicionada en una extraña circunstanca: no producía pensamientos y tenía mucho más tiempo para estar atento”, apuntó. Y recomendó al auditorio. “¿Se imaginan ustedes estar atentos en todo lo que hacen en su vida cotidiana, y dejar de vivir en un mundo de fantasía? No saben la libertad que da vivir sin anhelos y en el presente. Ustedes se van a tonterías, no se van a nada interesante ni bonito. Un rapto les secuestró de su atención que es terriblemente fugaz. Aunque deseen estar atentos no pueden estarlo porque aparece la imaginación y se van del momento”.
“La mente es un lamento” – ha continuado-. “Es muy mentirosa, juega a lo que quiera, es un caleidoscopio de innumerables circunstancias que no llegamos a comprender cómo funciona”.
Después de estas experiencias aprendió a los 26 años “lo que es no tener ego, no sujeto, sin fantasías, y aprendí a posicionarme en el mundo. No localizado en las cosas, estaba ebrio y atento a la vez como cuando lees un libro que estás volcado en él sin ser consciente del hecho en sí de leer.
En ese estado mueren ciertas sensaciones como la angustía, la depresión, … “Veía emociones nacer y apenas morían al comprender su realidad. Había fracturado la fantasía y el mundo comenzó a ser silencioso, carente de miedos, tristeza, donde no existe soledad, pero lleno de atención, donde pequeñas cosas se convierten en el foco de la percepción viva”.
Sesha dejó su respetado puesto de trabajo como director general de una importante compañía, un ingeniero con prestigio en el ámbito empresarial, por seguír ahondando en esa experiencia personal que había tenido. “Me dediqué a enseñar meditación”, y siguió formándose en filosofía oriental y occidental, en psicología y en la ciencia, sobre todo en la física cuántica que es “lo más cercano al mundo de la no dualidad” y sobre todo “el concepto de atención y presencia, que son catalizadores en las personas”. “Estar atentos y presentes es estar vivos en este instante, atender lo que merece ser conocido”, ha concluido. Y ha recomendado dejar de percibir los objetos de forma fraccionada. “Ser consciente del sujeto pero no de su localización es la no dualidad”.
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