El pasado lunes 14 de noviembre se celebró, en el Salón de Actos de la Casa Familiar San Lorenzo, la conferencia “Acompañamiento y escucha para combatir la soledad”, en conmemoración del Día del Cuidador, que tuvo lugar el pasado 5 de noviembre, y el Día Mundial de la escucha, celebrado el día 15.
Este evento fue organizado por Cruz Blanca, la Casa Familiar San Lorenzo y Centro de Escucha Javier Osés, e impartido por Toñi Santás, experta en duelo y voluntaria del Centro de Escucha. A lo largo de la charla, Toñi invitó a los asistentes a reflexionar y a tratar de entender la soledad, y cómo ésta, en sus propias palabras “puede ser constructiva, puede utilizarse para auto-conocerse, saber cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles”.
Existe una línea que separa sentirse solo de estar solo. Podemos estar solos, disfrutando de forma independiente de alguna actividad que nos guste, trabajando, de vacaciones, viendo una película, o escuchando música. Pero también está la percepción de la soledad, y ésta es una sensación que puede acabar resultando inmensa, como si fuera una losa imposible de soltar, y que acaba llevando a nuestra mente hacia el sufrimiento y la tristeza.
¿Hasta qué punto somos realmente responsables de este sentimiento? ¿Es la soledad tan mala? ¿Es realmente tan buena? Toñi Santás, nos propuso reflexionar y tratar de entender el concepto de soledad desde una perspectiva de aceptación y de construcción, de manera que tratemos de comprenderla como si fuera una compañía, que puede impulsarnos a reconstruir nuestra vida, aunque a veces pueda parecer insuperable.
A lo largo de la charla, Santás destacó: “La soledad no es mala, puede ser constructiva, depende de cómo se viva. Puede ser un momento de crecimiento personal, puede utilizarse para autoconocerse, conocer los puntos fuertes y los débiles”.
Ahora que la pandemia parece estar llegando a su fin, la soledad parece una pandemia llevada en secreto. Matrimonios rotos, parejas que se separan, soledad elegida, también soledad impuesta, creada por la agresividad del entorno, las nuevas tecnologías… La soledad, así como los sentimientos derivados de ella, como la tristeza, el miedo, la ansiedad, están apareciendo cada vez más en personas de cualquier edad y género.
¿Cómo afrontar estas sensaciones? A lo largo de la conferencia, Toñi propuso una perspectiva integradora, para que, desde la acogida incondicional, la empatía y la autenticidad, acompañar a las personas que estén pasando por un proceso así de doloroso.
Así, tejiendo redes de apoyo sociales y familiares, buscando actividades de ocio en las que sentirnos acompañados, así como nuestros propios recursos afectivos; son herramientas que nos hacen afrontar la soledad y todos las emociones que ésta crea en las personas.
Finalmente, Toñi concluyó la charla indicando que “Nuestra razón de ser, el último sentido de la vida es el amor. Al ocuparme de los demás me realizo a mí mismo”.
Una frase que nos motiva a escuchar, a abrazar y a acompañar.
Cruz Blanca, familia que acoge, acompaña y transforma.
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