El 22 de marzo se cumplieron ocho años desde que la iglesia de Santa María Magdalena tuvo que cerrarse, y hoy el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, ha abierto de nuevo la puerta de entrada acompañado por el alcalde de Torrente de Cinca, Evaristo Cabistañ, y el Presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Antonio Cosculluela, en una multitudinaria y festiva jornada.
Los torrentinos han salido este domingo de forma masiva a la calle para celebrar la apertura de su iglesia parroquial tras la restauración integral finalizada en este monumento que se levanta en el centro de esta población bajocinqueña. El actual edificio, datado de 1783, se dispone en tres naves que destacan por su altura, y la cúpula de planta a octogonal se sostiene sobre grandes pilares rematados con capiteles corintios. También cuenta con un coro en alto y una torre campanario de planta cuadrada.
La inversión total en el proyecto de rehabilitación ha ascendido a 1,1 millones de euros. En la primera fase se actuó principalmente en la sustitución de la cubierta, la reconstrucción de la torre y el acceso al campanario, además de llevar a cabo la limpieza de la fachada principal donde llama la atención la portalada de estilo barroco churrigueresco.
La última fase se ha centrado en la parte interior mediante reformas estructurales para sanear el edificio y eliminar humedades, y especialmente en reparar las cornisas de las bóvedas ante el riesgo de desprendimientos, como ha detallado el alcalde de Torrente de Cinca, Evaristo Cabistañ. Estos trabajos también han contemplado actuaciones en la torre, además de pintura e instalaciones. Respecto a la financiación, el primer edil ha explicado que después de que el Gobierno de Aragón no asumiera esta segunda fase, el Ayuntamiento tomó la decisión de ponerse en contacto con el Obispado ha sido el encargado de la adjudicación y dirección de obra tras la firma de un convenio. El importe ha sido de 400.000 euros, aportados a partes iguales entre ambos.
Después de ver el resultado este mediodía, el obispo de la diócesis Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, afirmaba que “ha quedado preciosa” y les decía a los vecinos que “lo importante no son las piedras sino las personas” porque, como ha manifestado, “ha sido una obra conjunta, y he felicitado al alcalde porque creo que saber converger sinergias hoy que andamos todos tan protagonistas de tantas cosas, el buscar el bien de todos es el mayor y mejor milagro“. “Es un gran día para Torrente”, así se expresaba el alcalde, Evaristo Cabistañ, poniendo voz a sus vecinos y aludía a que “se pueden hacer polideportivos, abastecimientos de agua pero ese sentimiento de la iglesia, no solo como lugar de culto, sino de un patrimonio que tenemos como propio, a la gente le hace ilusión que las cosas poco a poco vuelvan a su cauce”. Con los vecinos de este municipio del Bajo Cinca también ha estado Marcelino Iglesias, senador y expresidente del Gobierno de Aragón, ejecutivo que asumió en 2008 el coste de la primera fase de los trabajos, y el párroco de la localidad, Edbin Rubiano, además de diputados provinciales, el resto de la corporación municipal, y otras autoridades. La música en las calles la ha puesto la asociación cultural de tambores y bombos de Torrente de Cinca y en el interior de la iglesia ha sido la coral.
Este templo dedicado a Santa María Magdalena y huérfano de esculturas desde la guerra Civil en su fachada, cuenta ya con la imagen de la Magdalena, después de ochenta años, tallada en el mismo material que el resto del templo, en piedra caliza, en concreto en crema moka procedente de canteras turolenses. Es obra del escultor Pedro Anía, afincado en Los Monegros, que tomó como referencia la imagen que se puede ver detrás del altar para dar forma a esta talla de cerca de dos metros de alto.
Mejoras en el entorno de la ermita de San Salvador
Antes de abrir la iglesia parroquial, se ha realizado una visita a la ermita de San Salvador, en las inmediaciones de la población, donde en los últimos años se ha mejorado el pavimento del camino asfaltado de acceso a este monasterio que perteneció a los frailes de la Orden de la calzada de la santísima trinidad. En la línea de garantizar la seguridad, también se ha actuado en la recuperación y reparación de taludes en su entorno, que sirve como mirador, merendero y zona de recreo para las gentes de la población y visitantes. Ambas actuaciones han sido financiadas por la Diputación Provincial de Huesca, y se han realizado en colaboración con el Ayuntamiento de Torrente de Cinca.
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