Una vuelta a la infancia es lo que propone el área de Turismo de Fonz con la organización de una muestra de muñecas antiguas que se pueden desde mediados de agosto y hasta finales de año en la sala de exposiciones del Centro de Interpretación del Renacimiento, en la última planta de la Casa Consistorial. La exposición se puede visitar los sábados, domingos y festivos de 10.00 a 13.30 y de 16.30 a 20.00.
En una nueva muestra colaboración vecinal, una treintena de personas han aceptado la invitación de las técnicos de turismo y han cedido las muñecas con las que jugaban sus abuelas, madres o ellas mismas. La colección se ha ampliado con la cesión de una colección propiedad de una familia de la vecina población de Estadilla que al visitar la exposición, que se abrió con motivo de las recientes fiestas de la Asunción, ha querido depositar sus juguetes en la muestra.
Así pues el número ronda las 150 muñecas que abarcan un amplio periodo histórico que se inicia a finales del siglo XIX y que llega hasta la década de los años 70 de la pasada centuria. A lo largo de este periodo de casi cien años se puede ver la evolución de este juguete y su relación con las distintas clases sociales. Las muñecas más antiguas, las de finales del siglo XIX y XX, proceden de Alemania y Francia. Son las clásicas muñecas de porcelana sobre todo vinculadas a las clases pudientes.
Las dimensiones de las muñecas varían con el paso del tiempo. A finales del XIX y comienzos del XX el tamaño era grande, y sólo estaba al alcance de las clases opulentas como símbolo de ostentación. Las clases más humildes cuentan con muñecas más pequeñas cuyo cuerpo era de cartón piedra y la cabeza de porcelana.
En los años 30 y 40 el material de fabricación de las muñecas será la terracota, a partir de la década de los 40 empieza a popularizarse el celuloide y a mediados del siglo ya irrumpen las muñecas y muñecos de plástico. Es entonces cuando se deja de usar el pelo natural por el sintético.
No es la primera vez que los vecinos de Fonz aportan sus objetos para elaborar una exposición en el municipio. Una de ellas, y que inspiró la actual, fue una de juguetes antiguos hasta los años 40. Pero también los vecinos han aportado objetos domésticos antiguos como vajilla, complementos de vestir y ropa para presentarlos al público.
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