Así es como se titulaba, el pasado viernes 19 de agosto, la recepción en la Aljafería a los niños saharauis en la que el Presidente de las Cortes de Aragón hacía unas manifestaciones que han levantado las iras e incluso la mofa de la oposición al gobierno de Aragón . Quizá el señor Cosculluela haya vivido unas plácidas vacaciones al margen del río revuelto que su tacticismo ha propiciado después de anunciar su dimisión sin más, estudiada y planificada como ya se viene haciendo machaconamente en el Gobierno en funciones de la Nación, es decir, “sine die”. Ahora, en vísperas de que resucite la guerra en el seno de la coalición que gobierna la Comunidad, Antonio Cosculluela afirma en sus declaraciones que su decisión está en manos de los grupos y de su partido y que él está dispuesto a seguir con su habitual seriedad las funciones a las que se ve claramente capaz y dispuesto compatibilizando la presidencia en cuestión con su puesto de alcalde de Barbastro. Está claro que todo este barullo le ha molestado, especialmente la actitud del partido Podemos al exigir que abandonara uno de sus dos cargos y después al manifestar su intención de presentar candidato a la presidencia. Sin esta actitud beligerante de uno de los socios, el Partido Socialista habría podido consensuar dentro del pacto un nuevo presidente y solucionar el tránsito rápidamente. Creo que el nuevo reglamento de la cámara regula así esta circunstancia dejando bien claro que la nueva presidencia habría de ser del mismo partido que ostenta el cargo. Pero el nuevo reglamento no está aprobado y por eso cada uno de los grupos se ha manifestado según sus intereses y esto puede resultar un río muy revuelto en el que “pescar”.
Cosculluela no ha vivido, creo, unas vacaciones muy plácidas. Ante su disyuntiva personal eligió la opción de una vocación municipalista que tanto le ha caracterizado añadiendo un problema más a la difícil gobernanza del Partido Socialista en Aragón. Él mismo había empujado, con sus votos logrados en Huesca, la creación de este Gobierno y de ninguna manera desea que su decisión pueda desestabilizar el precario trayecto que debe afrontar la cámara en unos días difíciles en que dibujar unos presupuestos sin saber siquiera dónde estará el límite del endeudamiento o las aportaciones del Estado con las que financiar la Sanidad o Educación públicas.
Por mucho que él defienda su capacidad de gestión en el ayuntamiento, a los ciudadanos de Barbastro no se nos escapa la nula capacidad de atraer empresas al polígono industrial en un momento en el que desde Cataluña se produce un brexit que hace huir al cobarde capital de la locura independentista. En la ciudad del Vero se necesitan más creación de puestos de trabajo que certámenes feriales o festivos variopintos. Al alcalde le pedimos una dedicación exclusiva para que proyectos enquistados como la variante norte , los accesos a la ciudad , las pistas polideportivas o, por lo que atañe a quien suscribe este texto, el apoyo prometido para una nueva forma de movilidad urbana más sostenible y ,si pudiera ser, basada el la peatonalidad y en la bicicleta. No es verdad que se pueda atender y cumplir con los compromisos si se quiere abarcar tanto desde el personalismo y no se sabe dar cumplimiento a unas promesas que se pierden en la noche de los tiempos comprendiendo en sus expectativas y plazos varias legislaturas municipales. Como dirían desde nuestro refranero, “Quien mucho abarca poco aprieta” y por eso, señor Cosculluela, no se escude en una táctica de viejo zorro de la política porque los tiempos se deben manejar muy cerca de la palabra dada y más en una tierra en la que el respeto a la promesa y al honor son cualidades innatas a un carácter recio, indomable y testarudo frente a la turbiedad o ambigüedad en la política.
Leave a Reply