La Plataforma Loporzano SIN ganadería intensiva se presentó ayer en Huesca como un movimiento vecinal de la zona, tras surgir, de forma espontánea, en las últimas semanas en el término municipal de Loporzano en la periferia del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara (Comarca de la Hoya de Huesca).
La plataforma estuvo representada ante los medios por sus portavoces, Pilar Torres y Álvaro Monzón, así como por un miembro del Equipo Técnico, Jaime Seuma, quienes explicaron cómo más de 260 vecinos y vecinas de los núcleos del término municipal de Loporzano, tras enterarse por casualidad de la existencia de varios proyectos de ganadería intensiva para este término municipal, se han unido ante la alarma social generada por estas iniciativas, que consideran incompatibles con un modelo de desarrollo sostenible por el que se ha estado apostando en los últimos años; con inversiones públicas y privadas en turismo rural, rutas de senderismo y de ciclismo de montaña, visitas guiadas al importante patrimonio cultural de la zona, etc.
Los portavoces de la plataforma resaltaron que «este movimiento vecinal carece de adscripción política y que son simplemente personas de todas las edades que se han unido por el rechazo a un modelo de desarrollo trasnochado e insostenible que hipotecaría el futuro del municipio de forma irreversible». Así lo transmitirán a todos los grupos políticos, a los que solicitarán entrevistas a partir de hoy para hacerles partícipes de su existencia, sus preocupaciones y sus aspiraciones.
En el documento sobre le impacto en la zona, se ha resaltado que se trata de un territorio de secano en el que algunos núcleos sufren problemas periódicos de suministro de agua de boca, lo que contrasta con el enorme gasto de agua necesario para una explotación de ganadería intensiva, además del problema de salud pública que pueden llegar a suponer los purines y de la inquietud por que la provincia pueda acabarse convirtiendo en un paraíso para las integradoras, que se hallarían a la búsqueda de territorios en los que la escasez de población pueda conllevar un menor rechazo social. Han añadido que se pretende implantar aquí un modelo que ya no quieren otros países y que Aragón tiene ya, desgraciadamente, ejemplos de contaminación de aguas en nombre de un mal llamado desarrollo.
La plataforma niega que la ganadería intensiva sea fuente de riqueza para Loporzano y asegura que «de aprobarse los proyectos presentados, se destruirán puestos de trabajo ya existentes». Por todo ello, la plataforma ha presentado un gran número de alegaciones, algunas de ellas de gran fundamento técnico, a los proyectos, y ha pedido a todos los representantes políticos en el consistorio que digan no a estas explotaciones.
Desde el Ayuntamiento, el alcalde Jesús Escario, ha asegurado que estudiará las alegaciones y documentación entregada por los vecinos y que estás serán consideradas en el próximo pleno, aunque finalmente será el INAGA (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental) quien determine si se pueden llevar a cabo este tipo de instalaciones, fundamentándose en si cumplen la normativa determinada, o no. Por otra parte, ganaderos y agricultores han expresado su preocupación de cara al posible veto por parte de los ciudadanos a determinadas estructuras que forman parte del motor económico de la zona.
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