Alouda y CADIS Huesca están desarrollando en nuestra provincia un proyecto de formación para los monitores de los centros de personas con discapacidad que participan en el programa “Vacaciones en paz”. En esta primera edición del proyecto, que comenzó el 30 de octubre y que está previsto que finalice el 10 de diciembre, están participando dos monitoras provenientes de los campamentos de refugiados saharauis de Dajla y Auserd. Las entidades donde van a recibir la formación son ASPACE HUESCA, ATADES Huesca y la Fundación Adislaf.

Este proyecto trata de ofrecer un marco de formación para favorecer el desarrollo de competencias profesionales de los monitores, estudiar herramientas de trabajo adaptadas a los recursos de los campamentos y establecer lazos de colaboración e intercambio más allá de su estancia en España.

Los monitores constituyen una parte fundamental para el óptimo desarrollo del programa “Vacaciones en paz”, ya que son los referentes emocionales de los menores con discapacidad acogidos durante los meses de verano en las entidades de CADIS y los que favorecen su adaptación, sobre todo los primeros días. Estos monitores conviven durante dos meses con profesionales de las entidades gestoras, pero no es suficiente para llevar a cabo una formación exhaustiva que les permita trasladarla a sus centros de referencia en los campamentos. Por ello, resulta necesario desarrollar un proyecto de formación para promover la calidad de vida de los saharauis con discapacidad, así como de sus familias.

Desde 2013 ALOUDA y CADIS Huesca vienen colaborando en el programa “Vacaciones en paz”. Esta cooperación se materializa en la acogida, alojamiento y atención de menores saharauis con discapacidad y de sus monitores acompañantes, refugiados en los campamentos de saharauis de Tindouf (Argelia), en los centros de ASPACE Huesca, ATADES Huesca y la Fundación Adislaf.

Durante su estancia, los menores pueden participar en diferentes actividades diseñadas para ofrecerles unas semanas inolvidables de ocio y diversión. Además se revisa su estado de salud, dificultades y carencias y se intenta darles solución con la ayuda de los especialistas y medios adecuados. De este modo, la estancia de los niños, a la vez que es muy enriquecedora, permite la atención a sus necesidades físicas, materiales y emocionales específicas.