El cultivo de la trufa negra en la provincia recibe un año más el respaldo de la Diputación de Huesca con un paquete de ayudas que este año llega a 55 plantaciones de hasta treinta municipios diferentes, como resalta la responsable de Iniciativas y Tecnología de la DPH, María Rodrigo, para la que es importante “la extensión por gran parte del territorio de la truficultura, que es posible en zonas a las que difícilmente pueden acceder a otro tipo de cultivos rentables”.
Esta línea para el sector trufero está pensada con la doble vertiente de establecer nuevas plantaciones y en hacer más productivas las existentes que, en este momento, rondan las 1.500 hectáreas. En total, serán 246.000 euros de la DPH y la inversión va a superar los 300.000. La subvención de la DPH será del 80 por ciento de los gastos.
De este programa se beneficiarán más de medio centenar de truficultores de siete comarcas altoaragonesas, lo que para María Rodrigo quiere decir “que hay mucha gente que está apostando por la trufa” porque –según la responsable de la DPH- está viendo que se lleva ya unos años con esta actividad y que hay unos resultados que la avalan”. Tras las ayudas concedidas, Rodrigo se refiere a “las cerca de cinquenta hectáreas de plantación que vamos a crear” y más de una treintena de plantaciones se verán mejoradas.
Para las nuevas plantaciones, se han subvencionado lo derivado de las inversiones realizadas para instalación de cercados, mientras que en el caso de la mejora van dirigidas a la instalación de riego, de su distribución en la parcela, la realización de pozos y otros sistemas de traída de agua o almacenamiento. También los gastos derivados de los trabajos, maquinaria y herramienta propios aportados por el titular de las parcelas. La ayuda de la Diputación es de hasta 20.000 euros por todos los conceptos y se tiene en cuenta la proporción de la superficie de la parcela, a razón de 2.500 euros por hectárea.
El mapa que queda tras resolver esta convocatoria se extiende a lo largo de gran parte del territorio, especialmente de la zona norte y prepirenaica. Las plantaciones que van a recibir alguna de estas ayudas para el fomento del cultivo de la trufa se ubican en siete comarcas: Abiego, Aínsa-Sobrarbe, Arguis, Azlor, Barbastro, Bárcabo, Benabarre, Beranuy-Veracruz, Berdún, Biniés, Calasanz, Canal de Berdún, Capella, Casbas de Huesca, Cregenzan, El Grado, Estopiñán del Castillo, Foradada del Toscar, Gabasa-Peralta de Calasanz, Graus, Loarre, Paúles de Sarsa, Peralta de Calasanz, Pueyo de Aragüás, Sabiñánigo, Santa María de Dulcis, Tolva, Viacamp y Litera, Valle de Bardají y Valle de Lierp.
Más de 250 servicios prestados desde el CIET
Para la Diputación de Huesca la línea de subvenciones es solo una forma de apoyar el sector de la trufa negra en la provincia ya que, además de las ayudas, se establecen otras líneas de actuación que contemplan la investigación a través del CIET, el fomento del consumo conla promoción de este hongo tan preciado en la vertiente gastronómica y la formación.
El Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura (CIET) de la Diputación de Huesca tiene a disposición una serie de servicios con la vista puesta especialmente en la mayor productividad de las plantaciones, como puede ser la identificación de trufas, el análisis de plantones micorrizados, la detección de micorrizas de Tuber melanosporum Vittad o la evaluación del estado de micorrización. Cada vez son más demandados y en lo que va de año ya son 256 los servicios prestados no solo a truficultores de la provincia, sino de otros puntos de Aragón y de comunidades vecinas.
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