El Movimiento Rural Cristiano de Monegros es una iniciativa solidaria surgida hace casi veinte años en apoyo a esta región de América latina tras el paso del huracán Mitch en el año 1998. Un proyecto de cooperación ininterrumpida que a lo largo de estas dos décadas ha centrado sus esfuerzos en ayudar a los vecinos del área de Ocotal, de 50.000 habitantes, situada al norte del país y cerca de la frontera con Honduras.
La DPH tiene un papel activo en la ayuda oscense que llega al otro lado del atlántico yen los últimos cinco años ha colaborado con cerca de 70.000 euros destinados a financiar diferentes proyectos relacionados con la mujer, la infancia y la tercera edad en situación de escasos recursos. Precisamente el encuentro de hoy ha servido para repasar la evolución de la colaboración así como para conocer los nuevos proyectos financiados por la Diputación de Huesca, como una granja de conejos, pollos y cerdos o un centro de día, entre otros. En la reunión, junto a Miguel Gracia ha estado la diputada delegada de Derechos Sociales, Susana Blanes, y por parte de la ONG, además de Antonio Brosed y Rosa Aminda Aguilar, también ha asistido Carmen Jerez, vocal de la junta directiva de este colectivo.
Monegros con Nicaragua mantiene diferentes líneas de actuación con las que busca causar el mayor impacto posible en la sociedad de Ocotal; para ello en los últimos años ha desarrollado proyectos en el ámbito de la educación, la sanidad, la cultura, la formación profesional, la agricultura y la ganadería. El objetivo es crear vías de desarrollo tanto laboral como social que mejoren la calidad de vida y las expectativas de futuro de esta región nicaragüense.
Además de estos proyectos que se prolongan en el tiempo y que ya forman parte de la vida de Ocotal, esta ONG monegrina también presta ayudas más puntuales relacionadas con arreglos para la vivienda, estudios y compra de medicamentos y material ortopédico para niños y jóvenes discapacitados.
La colaboración no solo es con los habitantes de la zona directamente, sino que también a lo largo de estos veinte años han surgido fuertes lazos con entidades locales, como los centros de desarrollo infantil y las casas de maternidad que prestan servicio sanitario a mujeres de comunidades indígenas alejadas del centro urbano.
Paralelamente al trabajo con la infancia, en los últimos años Monegros con Nicaragua ha ampliado sus esfuerzos para poder centrarse en la atención a ancianos. Para ello, con el apoyo de la DPH, que ha invertido más de 30.000 euros, se ha podido construir un centro de día donde, además de prestar servicios de duchas, lavandería o consulta médica, se han repartido casi 30.000 platos de comida y 14.000 desayunos, mejorando la salud y fomentando el empleo en la zona.
Mejorar la salud pasa indiscutiblemente por una mejora de la alimentación, y para ello es necesario incidir en una dieta más variada que complemente al arroz y los frijoles, sustento básico de todo nicaragüense. Con esta idea a finales de 2015 Monegros con Nicaragua dio un paso decisivo con la construcción de una granja de pollos, conejos y cerdos financiada por la DPH, con una subvención de más de 10.000 euros destinada a completar la dieta de los colectivos más vulnerables, niños, ancianos y mujeres embarazadas, principalmente.
Además del Centro de Día, la organización continúa desarrollando el es uno de sus proyectos más emblemáticos, y aún hoy es uno de sus mayores motivos de orgullo. Se trata de la Casa de la Cultura, que da formación (refuerzo escolar, informática, música, baile y corte y confección) dirigida a a niños, jóvenes y mujeres en situación de vulnerabilidad.
Los aragoneses, solidarios con Nicaragua
Monegros con Nicaragua es consciente de que, si bien las ayudas de las distintas administraciones son fundamentales, su labor no podría salir adelante sin la solidaridad y la colaboración las más de 300 familias que colaboran en el programa de apadrinamiento de niños y niñas.
Son aragoneses y aragonesas comprometidos por mejorar la vida de otras personas, a la que contribuyen donando una cuota de 18 euros al mes, de la cual 9 euros se entregan directamente a las familias en bonos canjeables a primero de cada mes por alimentos básicos (leche, arroz, frijoles, o harina) en establecimientos con los que se ha establecido un convenio; y otros 9 sirven para sufragar el resto de gastos del proyecto.
Leave a Reply