Hace seis meses me lancé a opinar en un artículo publicado en Ronda Somontano sobre la debacle socialista de su comité federal celebrado el 1 de octubre de 2016. Lo hice porque creí que lo sucedido en aquel comité era tan grave que evidentemente a la salida de aquellas dieciocho horas de horror llamaba la atención que todos coincidían en balbucear una palabra, especie de consigna: -COSER . Deduje de aquellos balbuceos medio a escondidas y a oscuras en la madrugada que el mensaje que se había instaurado en aquella traumática gestora se aproximaba al título con que encabecé mis opiniones:-”Pensamiento único”.
Pues bien, este último viernes, día 24 de febrero de 2017, pude escuchar en Monzón un mitin al candidato a secretario general, Patxi López que iniciaba una mini- gira por la parte oriental de nuestra provincia y tras visitar a los afiliados de Fraga había recalado en Monzón.
Acudí expresamente a escuchar a la voz y a la figura que transmite, digamos, más sensatez, experiencia y si se me permite, coherencia entre los candidatos a ser secretarios en esas primarias socialistas que se han de celebrar este verano.
Y aún así, en el comienzo de su alocución, sentí un pequeño escalofrío cuando tras saludar en euskera, lanzó un “Bona tardà” al que los rumores de la concurrencia insinuaron un Monzón lo suficientemente alejado de Cataluña como para hacer extraño el saludo que seguro había hecho en Fraga y quizá no sabía bien si debía usar también a los pies del castillo templario montisonense.
Estoy convencido de que el discurso de Patxi , comparado con el de Pedro Sánchez o el de la todavía aún “no-candidata” Susana Díaz, pero que incomprensiblemente ya está haciendo campaña por toda la “ancha es Castilla”, se asemejan como gotas de agua y es que creo que todos estos candidatos vienen a hacer de la necesidad virtud en relación al mensaje salido del perturbador cónclave de octubre. Es obvio, no obstante, reconocer el sorpresivo matiz “plurinacional”, verdadero guiño al nacionalismo, que Sánchez ha añadido a su proyecto.
Escuchando al candidato vasco oí cómo se situaba textualmente alejado del “pensamiento único” que no admite diversidad de ideas y postulados y sí, sin embargo, proclamaba la tan ansiada UNIDAD, huyendo de de las corrientes de oposición interna que tanto daño han hecho a su partido. Además, esta unidad nunca sería excluyente y por eso quería dejar bien claro que si salía elegido su primera acción sería llamar a las otras candidaturas como de igual forma llamaría para ofrecerse a quien saliera elegido en las primarias estivales.
López insistía en un PSOE ni escorado al centro ni mucho menos cercano al extremismo de izquierda. Él abogaba por el retorno a las esencias del socialismo y no le inquietaba recordar a símbolos de su partido como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero.
Pero entre sus propuestas de futuro echaba en el asador un poco “a la bilbaína”, que sin ningún atisbo de duda había que hacer de la rescatada Bankia no una oportunidad para la reprivatización que propugna el PP, sino la fusión a otras instituciones para crear todo un consorcio de banca pública que sepa hacerse rentable y así contribuir a ese Estado social que la derecha neoliberalizadora ha hurtado a las legítimas aspiraciones ciudadanas de igualdad y solidaridad.
Esto, evidentemente era algo más que un canto de sirena susurrado al oído de los exaltados argumentos podemitas. ¿Y por qué no…?. Si de unir o coser se trata … Patxi no está dispuesto a dar una sola puntada sin hilo…
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